8 REVELACIONES SOBRE ATERCIOPELADOS EN EL NUEVO EPISODIO DE “BIOS. VIDAS QUE MARCARON LA TUYA” DEDICADO A LA ICÓNICA BANDA COLOMBIANA DE ROCK
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El nuevo episodio de “Bios. Vidas que marcaron la tuya” dedicado a la icónica banda colombiana de rock Aterciopelados, repasa de la mano de la cantante de la banda colombiana Bomba Estéreo Li Saumet,la historia de una de las bandas fundacionales y más destacadas del rock en Colombia, que a su vez fue una de las primeras del país en cruzar las fronteras con su música, a través de entrevistas exclusivas con los líderes de la banda Héctor Buitrago y Andrea Echeverri, y del acceso exclusivo a ensayos y momentos íntimos, imágenes inéditas y un recorrido por los lugares emblemáticos de la historia de la banda.
A CONTINUACIÓN, 8 REVELACIONES DEL EPISODIO
– Este artículo contiene spoilers –
1. Las aventuras que vivió Andrea durante su infancia en una finca familiar, la prepararon para el vértigo del escenario.
La líder de Aterciopelados revela que pasó la mayor parte de su infancia en la finca “Potrero Chico”, ubicada en los Llanos Orientales, donde sus padres no hacían diferencia entre niñas y niños. Andaban a caballo, saltaban al río desde piedras elevadas y hacían largas excursiones. Dice que gracias a eso es capaz de salir a un escenario que “es un deporte extremo”.
2. La madre de Andrea siempre les marcaba a sus hijos cuando desafinaban.
Andrea recuerda que su madre siempre cantaba en las reuniones sociales, y que inevitablemente era el alma de las fiestas. Y que, durante los largos viajes familiares en auto, donde todos cantaban, ella se volteaba, los apuntaba con el dedo y decía: “usted está desafinando”.
3. Para arrendar el bar “Barbarie”, Héctor y Andrea usaron ahorros de cuando Héctor trabajaba con su madre.
Desde chico, Héctor ayudaba a vender granos y frutas en una tienda de abarrotes que tenía su madre en la plaza de mercado del barrio. Era muy bueno con las matemáticas y muy juicioso con el dinero, lo que le permitió tener buenos ahorros.
4. Andrea adornaba los cócteles del bar “Barbarie” con bebés de plástico.
El bar “Barbarie”, en el barrio de La Candelaria, se convirtió en un referente y redefinió la movida alternativa de la noche bogotana. Andrea y sus amigos artistas fueron los encargados de redecorar el sitio con una estética kitsch y posmoderna. Y esto se aplicaba también a los tragos que servían.
5. Andrea tiene un tatuaje que dice “Necior”.
La cantante cuenta que se lo hizo en la época en la que ella y Héctor eran novios y es un juego de palabras que alude a lo necio que era en aquel entonces.
6. La canción “Sortilegio” fue inspirada en los artículos esotéricos del diario “El espacio”.
Los Aterciopelados cuentan que, en ese periódico de corte sensacionalista, donde había artículos sobre cómo atraer al ser amado, encontraron mucha inspiración para hacer la canción.
7. El disco “Re” de Café Tacvba fue una gran inspiración para “El Dorado”.
Durante el proceso de creación de “El Dorado”, Héctor se la pasaba escuchando en su carro el disco “Re” de Cafe Tacvba. Fue una de sus grandes referencias, un material cargado de identidad mexicana.
8. Uno de los desencadenantes de la separación de Aterciopelados en 2011 fue que Andrea estaba tomando mucho alcohol.
Andrea revela que llegó un punto en su carrera en que necesitaba tomar alcohol para conseguir subir al escenario. Tenía problemas con las cuerdas vocales y los tapaba emborrachándose. Pero Héctor confiesa que terminó siendo un problema para la banda, porque su consumo no solo afectaba su performance, sino que dificultaba relacionarse con ella. Entonces Héctor le dio un ultimátum para que reconozca y enfrente su problema, pero las cosas se les fueron de las manos. Andrea reaccionó muy mal al comentario y ella reconoce que se sintió muy herida. Las palabras de Héctor siempre calaron muy hondo en ella y en ese momento estaba particularmente sensible. La charla devino en una fuerte discusión y terminaron diciéndose cosas que nunca habían llegado a decirse, con el único objetivo de lastimarse. La cuerda que siempre los había unido se cortó y terminaron por separarse. Estuvieron 3 años sin hablarse. Ambos reconocen que aún hoy, las palabras que se dijeron en ese momento, les siguen doliendo.