vie. Abr 19th, 2024

Cambiando la historia de la Enfermedad Renal Crónica

·         En el país, el 10.3% de los mexicanos vive con diabetes, y se observa un incremento cada año

·         La enfermedad renal crónica es la onceava causa de mortalidad a nivel mundial

·         Un cambio de estilo de vida podría evitar afecciones cardio-renal-metabólicas

Guadalajara, Jalisco a 3 de junio de 2022.- En el país, el 10.3% de los mexicanos vive con diabetes, y se observa un incremento año con año. Datos del INEGI destacan que, en 2020, la diabetes mellitus pasó a ser la tercera causa de defunciones, superada por la COVID-19 y las afecciones del corazón.[1]

La diabetes es una afección crónica y el desconocimiento sobre la enfermedad y sus posibles complicaciones genera mucha incertidumbre especialmente porque también podría derivar en otros padecimientos como la Enfermedad Renal Crónica (ERC), misma que a su vez, se asocia con un mayor riesgo de Insuficiencia Cardiaca (IC).

Al respecto, AstraZeneca busca mejorar la calidad de vida de las personas que se vean afectadas por la Diabetes Tipo 2 (DM2) o cualquiera de sus comorbilidades como la IC y la ERC, al concientizar sobre hábitos saludables, mantener vigilancia médica constante, prevención que salve vidas y a través de su constante ciencia e innovación.

“En AstraZeneca, estamos comprometidos con el cuidado cardiorenal-metabólico, al buscar sensibilizar a la población sobre la importancia de mantener sus niveles de glucosa y cuidar su corazón y riñones; conectando la  ciencia con las personas para mejorar la calidad de vida de los mexicanos”, comentó el Dr. Alberto Hegewisch, director médico de AstraZeneca.

La enfermedad renal crónica, consiste en una disminución de la función renal que se caracteriza por ser silenciosa, ya que, generalmente no presenta signos hasta que se encuentra en estadios muy avanzados. Actualmente, aqueja alrededor de 850 millones de personas a nivel global, lo que la posiciona como la onceava causa de mortalidad mundial.[2]

Al respecto, el Dr. Jonathan Chávez, médico adscrito a Nefrología en el Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, destacó la importancia de la detección oportuna de la ERC en personas que tienen DM2 y en las que no. “La principal causa de enfermedad renal crónica es la diabetes; cerca del 40% de las enfermedades renales están ligadas a padecimientos como la diabetes, la hipertensión y obesidad. Acudir a los servicios de salud es un primer paso en la cultura de prevención, considerando que al menos 11% de la población mexicana padece algún grado de daño renal y 8 de cada 10 personas no lo saben”.

Actualmente, la enfermedad renal crónica, que puede estar asociada a personas con afecciones como diabetes mellitus[3], sigue siendo un problema de salud pública ya que afecta a alrededor del 12.2% de personas en México[4].

Al respecto, el Dr. Daniel Elías, endocrinólogo con alta especialidad en diabetes y metabolismo, comentó que, “para quienes viven con DM2 es de vital importancia la prevención cardiorenal como el control metabólico. Las personas con diabetes mellitus continúan teniendo un riesgo significativamente más elevado en complicaciones cardiovasculares en comparación con las personas que no la tienen”. Aproximadamente dos terceras partes de todas las muertes en personas con diabetes son atribuidas a enfermedades cardiovasculares, específicamente, enfermedad isquémica coronaria e insuficiencia cardiaca”. [5]

La insuficiencia cardiaca es el evento más común en personas con DM2, aunque también se presenta en personas que no la tienen. De acuerdo con la OMS la IC se ha definido como una pandemia global, ya que afecta alrededor de 26 millones de personas en todo el mundo, con un incremento de la prevalencia e incidencia a nivel.[6]

“Además de la afección del corazón, la IC puede reducir el flujo sanguíneo a los riñones, lo que con el tiempo puede provocar una insuficiencia renal si no se trata. El daño renal a causa de IC puede requerir diálisis como tratamiento”, detalló el Dr. Manuel Gaxiola, médico cardiólogo adscrito al Instituto Nacional de Cardiología.

Para contrarrestar el impacto de dichos padecimientos es vital realizar actividad física de manera constante, evitar el consumo excesivo de sal y carbohidratos, no fumar y mantener vigilancia médica periódica, además de llevar un control y tratamiento adecuado de estas enfermedades.

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