No son ciencia ficción, son Edge Data Centers
Casi extraídos de una película de ciencia ficción, la tecnología corporativa ha comenzado la implementación de lo que se conoce como una nueva generación de centros de cómputo móviles, herramientas que seguirán cambiando a las sociedades, y que son una de las claves para el desarrollo de las ciudades digitales.
Vamos por el principio. ¿Qué son y para qué sirven estos nuevos centros de datos de borde, o Edge Data Centers?
Estas nuevas herramientas proporcionan los mismos recursos de cómputo que se encuentran en los centros de datos tradicionales soportados en grandes edificios. Pero este nuevo tipo de Data Centers suelen denominarse perimetrales, pues se instalan en el terreno en donde se necesita procesamiento de datos, análisis y toma de decisiones / acciones en tiempo real; evitando así enviar el dato digital hacia los grandes Data Centers tradicionales, que suelen estar bastante alejados del lugar en que los dispositivos de los usuarios finales generan la información.
Con estos sistemas, los centros de datos perimetrales pueden entregar contenido en caché y recursos de computación en la nube a cualquier dispositivo móvil en tiempo real. El concepto funciona fuera de la informática tradicional, ya que ahora estamos frente a una arquitectura de TI con capacidades de cómputo distribuido, donde los datos del cliente se procesan lo más cerca posible de la fuente de origen.
Debido a que los centros de datos Edge son más pequeños y están ubicados cerca de los usuarios finales, se utilizan con la ventaja de brindar servicios más rápidos con una latencia mínima, porque al poder procesarlos en el mismo momento en que los capturan, evitan el “viaje de los datos” hacia los grandes Data Centers para obtener capacidades de cómputo que se traduzcan en una acción inmediata, por ejemplo, sobre los consumidores en un determinado lugar geográfico.
Otra característica es que los datos cuyo valor es menos sensible al tiempo de respuesta (delay), se pueden enviar a los grandes centros de datos tradicionales, que son infraestructura e instalaciones fijas, para el análisis histórico, big data y el almacenamiento a largo plazo.
Los denominados centros de datos perimetrales (o de borde) deben ser de fácil implementación y eliminación, pensados en responder a necesidades y acciones temporales, y son mucho más pequeños que un contenedor de transporte de mercancías.
La pregunta del millón: ¿Los centros de datos Edge reemplazarán a los grandes Data Centers tradicionales soportados en edificios? La respuesta es no, debido a que cumplen distintas funciones.
Los primeros (perimetral o de borde) vienen a responder y satisfacer las necesidades de cómputo muy específicas, en un tiempo y lugar acotados. Mientras que los segundos son una especie de “buque madre o nave nodriza”, y seguirán siendo la infraestructura de TI de base con mayor capacidad de almacenamiento y cómputo de datos digitales, y con los mayores estándares de seguridad física y digital.
Futuro a la vuelta de la esquina
Tras el impacto de la pandemia en la región, hoy es un hecho el asegurar que en América Latina se ha impulsado de manera exponencial el consumo de información digital, y que se requieren más datos, algo que impacta al Edge.
Según un reporte de Americas Market Intelligence (AMI) [1], el consumo de información digital ha ido creciendo. Por ejemplo, con una penetración de Internet promedio del 73 %, Latinoamérica va rumbo al apogeo digital. Argentina lidera la región en penetración de Internet, pero sin duda, Brasil es el mercado de mayor interés, por su envergadura poblacional y geográfica.
Entonces, si tenemos en cuenta que las inversiones en infraestructura Edge van de la mano de las redes de comunicaciones adecuadas y que el despliegue del 5G necesita más puntos de presencia distribuidos para poder repartir el contenido, los Edge Data Centers pronto pasarán a obtener un importante protagonismo.
Los Edge Data Centers tienen y pueden colaborar en la implementación de una serie de cambios, que van a moldear diversas transformaciones en nuestras sociedades. Por ejemplo:
5G: Donde una red celular descentralizada hecha de centros de datos de borde puede ayudar a proporcionar baja latencia para 5G en casos de uso con alta densidad de dispositivos.
Empresas de telecomunicaciones: Con los centros de datos de borde de torre celular, las empresas de telecomunicaciones pueden obtener una mejor proximidad con los usuarios finales mediante la conexión de teléfonos móviles y sensores inalámbricos.
Internet de las cosas: Los centros de datos perimetrales se pueden utilizar para datos generados por dispositivos IoT. Se usaría un centro de datos de borde si los datos generados por los dispositivos necesitan más procesamiento.
Cuidado de la salud: Algunos equipos médicos, como los que se utilizan para cirugías robóticas, requerirían una latencia extremadamente baja y consistencia de red, las cuales pueden ser proporcionadas por los centros de datos Edge.
Vehículos autónomos: se pueden utilizar para ayudar a recopilar, procesar y compartir datos entre vehículos y otras redes, lo que también depende de la baja latencia.
Fábricas inteligentes: su utilidad la encontramos en el mantenimiento predictivo de máquinas, así como para la gestión de calidad predictiva. También se puede utilizar para la eficiencia con respecto a la robótica utilizada en la gestión de inventario.
La consultora Gartner [2] predice que el 75% de los datos empresariales se crearán y procesarán en el Edge para 2025. Entonces, nos encontramos frente a un escenario donde esta tendencia tecnológica producirá un crecimiento exponencial del número de Edge Data Centers en el mundo y la región. ¿Estaremos preparados?