Crisis en las criptomonedas, razones de la Bancarrota de FXT

A principios de noviembre de 2022, los tokens FTX, un marketplace de criptomonedas, valían más de 25.5 dólares por unidad, aproximadamente. Poco más de dos meses después, cada FTX tiene un precio que apenas alcanza los 90 centavos de dólar, de acuerdo a registros de Coin Market Cap.

El colapso de FTX fue la cereza en el pastel de un año más que complicado para la industria cripto. Todo comenzó con el desplome de la supuesta stablecoin LUNA/TerraUSD, pero a esto se sumó el cese de operaciones del prestamista cripto Celsius y la declaración de bancarrota de Three Arrows Capital.

En medio de todo eso, Europa y Estados Unidos intensificaron sus pláticas de regulación de la criptoesfera. A mediados de año, se firmó el peor trimestre de las criptomonedas en más de una década. Después vino la declaración de bancarrota de FTX y todo empeoró considerablemente, tanto por el tamaño de la deuda a sus acreedores como por la falta de estructura de la compañía.

“El caso de FTX dejó al descubierto que no se puede dejar a una empresa funcionar sin frenos y contrapesos fuertes, tanto en su interior como en el contexto de su industria”, explica el Dr. Guillermo Cruz, presidente de ACAD, empresa que ofrece servicios de consultoría a negocios familiares con el objetivo de que adopten mejores prácticas y estrategias de gobierno corporativo.

De acuerdo con el especialista, FTX tuvo graves errores en su gestión, mismos que contribuyeron a su quiebra, algunos de ellos fueron:

● La falta de inversión en investigación y desarrollo
● La falta de recursos para contratar a los mejores profesionales
● La falta de una estrategia de marketing adecuada para posicionar a la marca
● La falta de una estrategia de precios adecuada para atraer a más clientes
● La falta de una estrategia de crecimiento adecuada para garantizar una base de clientes sólida

“FTX no tenía un gobierno corporativo completo. La empresa tenía un consejo de administración, pero no contaba con un equipo de auditoría interno ni con un comité de ética. Esta falta de estructura contribuyó a los problemas financieros, a la poca transparencia de la campaña, mala gestión de activos, y en consecuencia, a la quiebra de la organización”, alerta el Dr. Cruz.

Una falta grave de frenos y contrapesos

La caída de FTX trajo consigo más de 3,100 millones de dólares de deuda a más de 50 acreedores de la empresa, en una crisis de falta de liquidez y colapso de transacciones de criptomonedas.

Actualmente, el fundador del exchange, Sam Bankman-Fried, enfrenta cargos penales (por lavado de dinero y fraude, entre otros) y civiles (por empresas a las que FTX patrocinaba, particularmente en eventos deportivos), en un juicio que se llevará a cabo en octubre de 2023 y que puede terminar con una sentencia de más de 100 años.

“La falta de información financiera clara, controles y supervisión han derivado en que incluso el proceso de bancarrota sea sumamente complejo. Ni acreedores ni usuarios saben qué pasará. No hay documentación de las actividades cotidianas, al grado de que ni siquiera se sabe bien quiénes son los acreedores de la empresa”, puntualiza el presidente de ACAD.

Esto, reitera, requerirá meses de auditorías para entender qué pasó. Lo cual pone sobre una lupa la importancia del gobierno corporativo y los riesgos de no incorporar estos procesos de forma adecuada. A pesar de que estos protocolos son imperativos para todas las empresas, resultan indispensables para compañías disruptivas y de crecimiento exponencial.

“En empresas con gobierno corporativo se crean mecanismos de frenos y contrapesos que obligan a que toda la operación esté regulada por reglas de juego claras y, sobre todo, con participación activa de distintos miembros de consejos consultivos y directivos, quienes toman las decisiones clave de la compañía”, agrega.

Nuevos modelos de transparencia y rendición de cuentas

De acuerdo con datos de un estudio sobre rendición de cuentas empresarial realizado por Label Insight y Nielsen, 94% de los consumidores (incluidos inversionistas) prefieren empresas y marcas que practican activa y abiertamente mecanismos de transparencia. Particularmente, porque una compañía con una cultura de responsabilidad y rendición de cuentas es más ética.

“Pero debe servir como fábula preventiva: no se debe ni se puede confiar en una empresa que no está dispuesta a transparentar su operación, sus datos y sus decisiones. Esa falta es un foco rojo para todo el ecosistema y el público en general. Además, el colapso tardará mucho en llevarse a cabo”, concluye el presidente de ACAD.

El gobierno corporativo necesita llevar registros impecables, tanto al interior como al exterior de una empresa. ¿Qué hubiera pasado si FTX tuviera ese tipo de información? ¿Si hubiera implementado este tipo de criterios? La respuesta es que nada de esto hubiera pasado.

Finalmente, para evitar situaciones futuras como la FTX, ACAD recomienda:

● Establecer un equipo de auditoría interno para supervisar las operaciones financieras
● Contar con un comité de ética para garantizar que se cumplan las leyes y normas
● Contar con personal profesional y especializado
● Tener un manejo financiero impecable y transparente
● Contar con un consejo de administración diverso e involucrado en la compañía
● Tomar decisiones clave en consenso a fin de sumar diversidad de propuestas
● Establecer una estructura de gobierno corporativo sólida para evitar los conflictos de intereses

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