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La SMSP, Fundación BAI y la AMIMC , presentan temas EN materia de Hepatitis C y VIH en Mérida, Yucatán.

Mérida, Yucatán, 17 de octubre. 2022. Entre los días 14, 15 y 16 de octubre se celebró en la Ciudad de Mérida, la Cumbre en Virología 2022, organizado por la Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMSP), Fundación BAI y la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica, con el objetivo de visibilizar la situación actual de la hepatitis C y el VIH en el país y principalmente en el estado de Yucatán.

De acuerdo con datos preliminares del Boletín Epidemiológico Nacional, en la semana 37 que corresponde hasta el 17 de septiembre de 2022, hay 395 casos confirmados por Enfermedades de Transmisión Sexual (Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana) en la entidad de Yucatán.[1]

El evento dirigido a profesionales de la salud, medios de comunicación y actores clave, contó con la participación del Dr. Carlos Antonio Cabrera MayDirector Ejecutivo de Fundación BAI,quién compartió que, un gran reto que enfrenta el estado de Yucatán en materia de VIH/Sida es consolidar los esfuerzos de la sociedad civil con los organismos de salud, las asociaciones de profesionales y empresas para continuar impulsando las campañas de prevención, diagnóstico temprano y atención oportuna de esta enfermedad.

“En Fundación BAI, buscamos disminuir la transmisión del VIH/Sida, además de acercar a la población, temas de actualidad sobre esta condición médica. Concientizar a la población sobre la cultura de la prevención y el diagnóstico oportuno, marca la diferencia entre las personas que se saben portadoras de VIH y las que no. Una vez que se tiene conocimiento de esta condición, se abre la posibilidad de brindarle asesoría médica oportuna accediendo a las terapias existentes para su tratamiento”, resaltó el Dr. Cabrera May.

Por su parte, el Dr. Jesús Felipe González RoldánPresidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, señaló que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, hay 58 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C, y cada año se generan alrededor de 1.5 millones de nuevas infecciones. Hay 3.2 millones de adolescentes y niños con infección crónica por el virus de la hepatitis C[2].

La hepatitis C es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis C. El virus puede causar hepatitis aguda o crónica, que puede, incluso, provocar cirrosis y cáncer hepático. La OMS ha calculado que en 2019 fallecieron aproximadamente 290,000 personas ‎debido a la hepatitis C, sobre todo por cirrosis y carcinoma hepatocelular (cáncer ‎primario de hígado).‎[3]

La forma más común de transmisión de hepatitis C es a través de la sangre; pero también existen prácticas que aumentan la posibilidad de transmisión, como el uso de materiales no esterilizados, así como compartir objetos de higiene personal y prácticas sexuales poco seguras. El virus de la hepatitis C, puede permanecer en el cuerpo de forma silenciosa, sin síntomas visibles durante años, por ello es importante una atención temprana y diagnóstico oportuno.

“Es importante invitar a la sociedad, organismos de salud e instituciones gubernamentales a promover la detección temprana entre la población sobre todo en grupos de riesgo para identificar a las personas que viven con VIH o hepatitis C, y que aún no saben que los tienen. Un diagnóstico oportuno, a través de pruebas confiables, hace la diferencia para luchar contra el VHC. Nuestro país, afortunadamente, cuenta con tratamientos efectivos para la atención y cuidado de enfermedades víricas como el VIH y la Hepatitis C. De ahí la importancia de detectar los casos y tratarlos”, destaca el doctor González Roldán.

Si bien, actualmente, no existe una vacuna eficaz contra la hepatitis C, los antivirales pueden curar más del 95% de los casos de esta condición, pero el acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno puede ser escaso.[4]

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha trabajado con la comunidad médica en diversas estrategias encaminadas a reducir la tasa de mortalidad a nivel mundial por casos de Hepatitis C.

México, es uno de los países que actualmente cuenta con un programa alineado con los objetivos de la OMS hacia el 2030, lo que representaría una reducción del 90% de las nuevas infecciones crónicas y un 65% de la mortalidad causada por la enfermedad, donde, además de la prevención, resulta muy importante aumentar el acceso al diagnóstico con tratamientos eficaces.[5]

Otros de los puntos que se abordaron en las mesas de diálogo y ponencias fue el énfasis, no sólo en la atención clínica y el papel de los médicos en el apego al tratamiento de los pacientes, sino también en las barreras sociales, como el estigma y la discriminación, que impiden que las personas que viven con virus como el VIH o el VHC, tengan acceso al tratamiento.

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