
Mitos y realidades sobre la educación bilingüe
Imagina a un niño que canta sus canciones favoritas en inglés, conversa con sus abuelos en
español y disfruta películas sin subtítulos antes de los diez años. Lo que antes parecía un
lujo, hoy es una meta para miles de familias que ven en el bilingüismo una inversión para el
futuro.
Con el auge de la formación bilingüe también surgen dudas e ideas equivocadas que frenan
el aprendizaje. Derribar estos mitos es clave para preparar a niños, jóvenes y a cualquier
persona, para un mundo diverso, interconectado y lleno de posibilidades.
Mito 1: “Aprender dos lenguas desde la infancia puede confundir a los niños o retrasar
su desarrollo cognitivo”. Lejos de ser cierto, existen estudios que demuestran que el
bilingüismo mejora la flexibilidad cognitiva y la capacidad de concentración, e incluso,
potencia la memoria a largo plazo. Contrario a lo que se cree, los niños que crecen expuestos
a más de un idioma, desarrollan una habilidad más amplia para resolver problemas y
adaptarse a diferentes contextos. Además, las personas bilingües poseen una capacidad
auditiva mayor y maduran antes en términos de abstracción lingüística.
Mito 2: “Cuanto más tiempo esté un niño expuesto a la lengua, más rápido la
aprenderá”. La exposición constante a un idioma es, sin duda, un factor clave que acelera el
aprendizaje. Sin embargo, por sí sola no garantiza la fluidez, lo que realmente marca la
diferencia es combinar ese contacto frecuente con metodologías estructuradas, materiales
adecuados y docentes especializados. De esta manera, la exposición se convierte en una
herramienta poderosa que, sumada a un sistema diseñado para adaptarse a cada alumno,
asegura un progreso más sólido y duradero.
Mito 3: “Los niños aprenden idiomas más rápido que los adultos, así que, si no lo
hicieron de pequeños, ya es tarde”. Aunque es cierto que los niños tienen mayor facilidad
para imitar sonidos y adquirir acentos, el aprendizaje de idiomas no tiene fecha de caducidad.
Diversos estudios, como los del Journal of Neuroscience, demuestran que los adultos también
pueden alcanzar altos niveles de fluidez gracias a su capacidad de razonamiento, disciplina
y estrategias cognitivas avanzadas.
De hecho, los adultos suelen avanzar más rápido en gramática y comprensión lectora porque
ya dominan estructuras lingüísticas en su lengua materna.
El inglés como segundo idioma
En América Latina, cuando hablamos de educación bilingüe, hablamos sobre todo de inglés.
Pues es la lengua que hoy día predomina dentro de la ciencia, la tecnología, el comercio
internacional y gran parte de la cultura digital. Dominar este idioma ya no es una ventaja
exclusiva, en muchos ámbitos laborales es un requisito básico, y en el terreno académico
abre la puerta a becas y oportunidades que de otra manera estarían fuera del alcance.
De acuerdo con OCC Mundial, más del 50% de las vacantes mejor remuneradas exigen
inglés como competencia esencial. Además, el 49% de las empresas considera que las soft Skills serán más importantes que las habilidades técnicas en los próximos años, aunque el
78% reconoce dificultades para encontrar candidatos con estas competencias.
Sin embargo, cifras de la UNAM y la SEP revelan que el 79% de los estudiantes mexicanos
no dominan el inglés, lo que evidencia la necesidad de replantear la enseñanza de idiomas
e integrarla de manera
efectiva en los sistemas educativos.
Con décadas de experiencia global y un profundo entendimiento del contexto local, Pearson
ha dedicado años a diseñar soluciones que transformen la experiencia de aprender inglés.
Desde la creación de la Escala Global del Inglés (GSE) —una herramienta que ubica a cada
aprendiz en un nivel claro del 10 al 90 y le traza una ruta personalizada— hasta certificaciones
y evaluaciones para todas las etapas educativas, el enfoque siempre es el mismo: que cada
estudiante avance a su propio ritmo, con un plan adaptado a sus metas.
Este compromiso ya tiene resultados tangibles. En 2024, Pearson colaboró en proyectos con
el sector público que permitieron evaluar a más de 55,000 estudiantes de bachillerato con
Versant, certificar a 2,000 docentes y evaluar a 7,500 alumnos de primaria con English
Benchmark for Young Learners. Además, se certificaron 7,000 estudiantes de preparatoria
con el Pearson English International Certificate (PEIC). Cada una de estas cifras refleja
una meta cumplida y un paso más hacia un aprendizaje accesible y significativo para todos.
En definitiva, hablar de mitos y realidades sobre la educación bilingüe no se trata solo de
aclarar ideas equivocadas, sino de mostrar soluciones concretas.
Pearson combina
investigación, innovación y experiencia global para transformar la enseñanza de idiomas con
herramientas como la Escala Global del inglés (GSE), certificaciones internacionales y
tecnología que mide y valida el progreso real de cada estudiante. Así, más que desmentir
creencias, la empresa líder en soluciones educativas, respalda con evidencia que el
aprendizaje bilingüe puede ser efectivo, medible y una ventaja tangible para el futuro
académico y profesional.