Corona Capital reafirmó este año su compromiso con la innovación ambiental y el impacto social
El Corona Capital ha sido por más de una década el lugar ideal para que las personas disfruten, descubran y compartan sus gustos musicales y pasión por la música, además de conectar con iniciativas únicas que ponen en relieve el compromiso del festival por impulsar la innovación ambiental y el impacto social.
Pensando en eso, este año el Escenario Nivea Tono Natural del Corona Capital, tuvo un toque especial gracias al bordado gigante que fue colocado y realizado por CIELO TEJIDO, un grupo de mujeres artesanas de la comunidad de Etzatlán, Jalisco, que nació bajo la iniciativa de Doña Paloma, de 92 años y su hija. Este proyecto de bordado, que ya ha acompañado otros festivales, emplea a mujeres tejedoras de artesanías de la zona brindando trabajo y tejiendo una importante red de apoyo para las mujeres.
Desde 2019, Corona Capital ha integrado el uso de bloques de sargazo (sargablocks) en distintos puntos de su producción. Este año se lograron producir bancas con bloques de sargazo que han sido donadas a la Alcaldía Iztacalco, con la finalidad de construir un aula de música para personas adultas mayores.
Adicionalmente, como cada año, el público pudo adquirir el poncho conmemorativo del Corona Capital. Esta pieza de colección fue elaborada a mano por artesanos de la comunidad de Chiautempan, Tlaxcala, con la finalidad de abrirles un espacio y crear oportunidades a estos grandes creadores impulsando su economía.
En 13 años, Corona Capital ha cambiado el mundo de los festivales con innovaciones como:
· Ser el único festival en el país certificado 100% en la Norma ISO 20121, que garantiza la aplicación de criterios de sostenibilidad a lo largo del ciclo de la gestión de eventos.
· Inclusión para personas con discapacidad a través de la implementación de rampas, tarimas en todos los escenarios y anfitriones incluyentes que se aseguran de brindar una atención personalizada.
· Iniciativas de inclusión de mano de Fundación OCESA como VIBRA, en la que a través de chalecos sensoriales e intérpretes de lengua de señas mexicana (LSM), personas sordas o con discapacidad auditiva viven su pasión por la música.
· Impulso a PyMES y emprendedores gastronómicos a través de la integración de food trucks en cada edición del festival.
Como empresa socialmente responsable, OCESA está comprometida con brindarle al público experiencias incluyentes, diversas y sustentables, impactando de forma positiva a las comunidades en las que opera.