
Caifanes ofrece memorable concierto en el Auditorio Nacional
Por: Karen Campos
A decir de Saúl Hernández, la noche del viernes en el Auditorio Nacional no solo se dieron cita los fans de Caifanes, por ahí también se colaron algunos fantasmas, duendes y aluxes, quienes cuando la energía es mucha, se hacen presentes, “si luego se jode el equipo es que hay mucha energía”, dijo Saúl cuando su guitarra comenzó a fallar y demás desperfectos técnicos se hicieron presentes.
Y es que Caifanes, con más de 35 años de carrera musical, todavía logra crear una conexión muy especial con sus fans, mueven al público para que se levante de su asiento, brinque, grite, baile y cante cada uno de los temas, tal como lo han hecho desde sus inicios en los diversos foros, auditorios y explanadas en los que han tocado, sin duda la energía se desata en cada lugar en el que se presentan.

Así fue como el Auditorio Nacional recibió a Saúl, Diego, Alfonso y a más de 9 mil asistentes de todas las edades, para disfrutar ya fuera por primera vez o por quinceava, el concierto de una de las bandas de rock más representativas de nuestro país.
Los seguidores de la banda se comenzaron a emocionar cuando el logo de Caifanes apareció en la pantalla al centro del escenario, para minutos después dar paso a la entrada triunfal de Saúl, Diego y Alfonso, quienes no dieron una bienvenida llena de bombos y platillos, solo se situaron en medio para interpretar en forma acústica “Antes de que nos olviden”, “Debajo de tu piel” y “Metamorféame”, y es que los Caifanes nos quisieron llevar primero a través de su sonido de ensayo, así sin muchas pretensiones, solo la música y nosotros como testigos del talento que los acompaña.
Después la pantalla se encendió de nuevo, y el resto de los músicos que los acompaña salieron al escenario, justo para llenar de energía el Coloso de Reforma, que durante poco más de dos horas fue testigo de un viaje a través de las diversas etapas de Caifanes, desde “Sombras en tiempos perdidos”, hasta “Detrás de los cerros”, canciones que el público coreó y celebró con Saúl, al igual que lo hicieron cuando Saúl se pronunció en contra de todas las injusticias sociales de las que somos víctimas día a día.

Al grito de “más hombres y menos machos”, Saúl levantó la voz en contra de los feminicidios, reprobando todas las actitudes machistas, para luego proyectar en la pantalla el video de “Canción sin miedo” de Vivir Quintana, la cual ellos acompañaron con sus instrumentos. Luego se dirigió al público más joven del recinto, a los niños y niñas, para pedir por ellos un futuro mejor con “Ayer me dijo un ave”, tema que también dedicó al resto del público, mencionó no estar de acuerdo con que el ejército se encuentre en las calles, pues ahora se ve más sangre. Y finalmente, se dieron un momento para dedicar algunas palabras en contra de la represión a la libertad de expresión, para luego interpretar “De noche todos los gatos son pardos”.
Ya con el público al tope de la emoción continuaron el concierto con los ya clásicos: “Los dioses ocultos”, “Viento”, “Mátenme porque me muero” y “Afuera”, canciones que fueron coreadas de principio a fin, sorprendiendo al mismo Saúl, quien en algunos momentos puso el micrófono enfrente para dejar a la gente cantar, creando un momento inolvidable.
Y ya que estábamos todos muy emocionados, Saúl se dirigió a un fanático de la audiencia y le dio su guitarra, el emocionado fan festejó tener uno de los instrumentos de Caifanes entre sus manos, pero la emoción duró poco, pues un miembro del staff pidió que fuera devuelta, sin duda fue un momento que el fan nunca olvidará, pues por algunos segundos una guitarra de Caifanes fue suya.
El Auditorio Nacional en ningún momento guardó silencio, incluso en aquel momento cuando hicieron una breve pausa para luego salir solo con el saxofón e interpretar una estrofa del Himno Nacional, y es que unas breves líneas hacen vibrar y sentir orgulloso a cualquiera. “Pueden viajar por todo el mundo, por todas partes, pero donde naciste es donde está tu alma, y eso es México”, dijo Saúl previo a “Aquí no es así” y “Te lo pido por favor”, cover de Juan Gabriel.

El tiempo pasa muy rápido cuando la estás pasando chingón, y es que no hubo tiempo para tomar asiento, éxito tras éxito venían y las más de dos horas pasaron muy rápido, cuando interpretaron “No dejes qué” y “La célula que explota”, sabíamos que el fin del concierto se acercaba, pero todavía faltaba una de las consentidas del público: “La negra Tomasa”, la cual no hizo más que cerrar con broche de oro una gran noche.
Había escuchado muchas veces que los conciertos de Caifanes eran emblemáticos, la banda cuenta con una larga lista de éxitos que permiten crear conciertos al gusto de todos, desde sus primeras canciones hasta lo más actual. Sin duda, ir a un concierto de Caifanes es toda una experiencia que uno quiere repetir más de una vez.