The Killers ofrece un concierto inolvidable en el Palacio de los Deportes
Por: Karen Campos
“Si están buscando Rock & Roll, están en el lugar correcto”, dijo Brandon Flowers casi al inicio de su presentación en el Palacio de los Deportes, y tuvo mucha razón, pues quien no estuvo en el Domo de Cobre la noche del sábado se perdió de uno de los mejores conciertos que The Killers ha brindado en la CDMX.
Y no lo decimos por quedar bien con nadie, basta con entrar a las páginas de fans del grupo y revisar Twitter para dar cuenta que los Victims (fans de The Killers) salieron del recinto satisfechos, eufóricos y algunos hasta conmovidos por el gran espectáculo que brindaron los originarios de Las Vegas.
Esta es la segunda ocasión que The Killers regresa a la CDMX como parte de su gira “Imploding The Mirage”, apenas en abril del año pasado se presentaron en el Foro Sol, pero en esta ocasión optaron por un lugar más pequeño, pues tenían un gran anuncio que dar durante el concierto que arrancó con “My Own Soul’s Warning”, para continuar con un par de esas canciones que nos regresan a aquellos momentos de juventud: “When You Were Young” y “Jenny Was a Friend of Mine”.
“Nos preguntan mucho cuáles son nuestros países favoritos para tocar. Somos muy afortunados de tener maravillosos fans por todo el mundo, pero hay algo especial en la Ciudad de México. Esta noche lo hacemos oficial, estamos filmando”, con estas palabras Brandon Flowers desató la euforia de sus seguidores, pues entre los Victims ya se corría el rumor de que el concierto sería grabado, cumpliendo así otra de las frases que dijo Brandon durante el concierto: “esta noche es para siempre”.
Así, el Palacio de los Deportes se estremeció con el público, quienes corearon de principio a fin “Shot at the Night”, “Running “towards a Place” y “Just Another Girl”. Y pese al calor que se encerró en cada rincón del lugar la emoción no bajó, pues cada que Brandon pedía que el público cantara o subiera las manos lo hacían sin dudar, tal como sucedió en “Spaceman” y “Somebody Told Me”.
Por supuesto que en este concierto tenía que haber un momento conmovedor, de esos que conmueven hasta al corazón más frío, y ese llegó cuando pidieron que les regaláramos nuestra luz, mientras The Killers nos dieron a cambio una de las interpretaciones más emotivas de “Be Still” y “The Way It Was”.
Brandon y los fans no eran los únicos emocionados, el resto de la banda integrada por Ronnie Vannucci Jr., Mark Stoermer y Dave Keuning también se mostraron felices de estar ante el público mexicano, sobre todo cuando llegó el momento de ser presentados, la audiencia les gritó y vitoreó por igual.
En medio de una lluvia de luces laser que iluminaron el Palacio de los Deportes sonaron canciones como “Boy”, “A Dustland Fairytale”, “Runaways Horses y “Runaways”, pero con “Read My Mind” la emoción aumentó y ya no bajó.
La entrega del público y la banda fue más notoria con “All These Things That I’ve Done”, cuando los fans corearon sin parar “I got soul but I’m not a soldier” durante casi un minuto, acción que sorprendió al mismo Brandon, quien fue de un lado a otro del escenario para animar a la gente a cantar más alto, así en medio de una explosión de confeti verde, blanco y rojo, la agrupación se despidió del escenario solo por un breve momento.
La gente pedía que salieran una vez más, y ahora con Brandon vestido con un traje dorado, la agrupación se apoderó de nuevo del escenario para deleitar a su eufórica audiencia con “The Man” y “Human”. Así, la presentación estaba por llegar a su final, y ya todos sabíamos cuál tema faltaba, un clásico de clásicos: “Mr. Bridghtside”.
De principio a fin se coreó cada línea de la canción que se lanzó en 2004, y la cual sigue siendo una de las consentidas. El público lo dio todo, la cantaron, brincaron y se emocionaron, contagiando a la banda de esa euforia que no encontró otra forma de salir de los cuerpos más que a manera de gritos de emoción y aplausos que, seguramente, le dejaron las manos rojas a más de uno.
Antes de despedirse la gran pantalla mostró el rostro de Brandon, agradecido con sus fans y a punto de soltar las lágrimas, pues quien estuvo la noche del sábado 1 de abril en el Palacio de los Deportes, formó parte de un concierto mágico, en el que el público y el grupo se hicieron uno mismo para ser protagonistas de un concierto que es digno de ser mostrado al mundo entero.
