sáb. Jul 27th, 2024

Deterioro en la memoria, el efecto silencioso de la rinosinusitis crónica con poliposis nasal

●        La congestión nasal persistente termina por afectar las funciones ejecutivas, las cuales son esenciales en la vida cotidiana.

Vivir con rinosinusitis crónica con poliposis nasal (RSCcPN) representa importantes desafíos en la vida diaria.  Esta enfermedad, típica de adultos de mediana edad[1], está caracterizada por inflamación de la mucosa que reviste las fosas nasales y los senos paranasales. Lo anterior desencadena síntomas como la congestión nasal, la pérdida del olfato, opresión facial, escurrimiento nasal o dolores de cabeza.[2]

La mayoría de los pacientes con RSCcPN tienen como base la presencia de inflamación tipo 2 en las vías respiratorias, y en muchos casos, se acompaña de otras enfermedades mediadas por este tipo de inflamación, como el asma o la rinitis alérgica, agregando una mayor carga a la enfermedad.[3]

“Lamentablemente, las personas con RSCcPN suelen enfrentar la enfermedad por muchos años, sin un diagnóstico formal y sufriendo con los síntomas a diario. En estas circunstancias, los pacientes tienen congestión nasal, necesitan sonarse la nariz todo el tiempo y tienen la sensación constante de escurrimiento nasal, síntomas que les incomodan considerablemente”, comenta el Dr. Said Arablin, alergólogo, inmunólogo clínico pediatra y gerente médico en Inmunología de Sanofi.

A este respecto, el cuestionario de Calidad de Vida Relacionada con la Salud (HRQoL por sus siglas en inglés) ha reportado que el impacto de la RSCcPN es comparable con otras enfermedades crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la diabetes[4], la insuficiencia cardíaca congestiva o la enfermedad renal en etapa terminal.[5]

Y es que, similar a lo que ocurre con estas enfermedades, los pacientes con RSCcPN se quejan con frecuencia de trastornos de sueño, fatiga, falta de concentración y deterioro de la memoria[6].

“Los síntomas de la RSCcPN pueden afectar diversas áreas cognitivas como la capacidad de concentración, la retención de memoria, el aprendizaje, la comprensión del lenguaje y las funciones ejecutivas. Estas áreas son esenciales para un amplio rango de actividades, abarcando desde las más simples como armar un rompecabezas o resolver una sopa de letras, hasta las más cruciales como administrar eficazmente tu tiempo, planificar tus tareas laborales o académicas o resolver procesos matemáticos”, comentó el Dr. Said Arablin.

Dado el importante impacto en la calidad de vida de pacientes con RSCcPN, el objetivo del tratamiento de esta enfermedad es lograr un buen control, al grado de que los síntomas no causen molestias en la vida diaria del paciente.

Hasta hace poco tiempo, los tratamientos disponibles para la RSCcPN sólo se enfocaban en reducir las molestias temporalmente con el uso de corticoesteroides intranasales y con cirugía para reducir o resecar los pólipos nasales, mismos que, eventualmente, vuelven a aparecer en el 80% de los casos.[7][8]

Afortunadamente, ya existen medicamentos como dupilumab, una nueva opción terapéutica que por primera vez se enfoca en bloquear las proteínas que provocan en gran medida la inflamación tipo 2.  Diversos estudios han demostrado la eficacia de este agente biotecnológico en reducir el tamaño de los pólipos nasales, disminuir la congestión nasal y recuperar el olfato algunos días después del inicio del tratamiento.[9]

“Tras varios años de estudio, se confirma el importante papel de la terapia biológica en el control a largo plazo de la RScPN, permitiendo a los pacientes recuperar su calidad de vida y sus funciones cognitivas, concluye el Dr. Arablin.

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