Mastercard y FIS anuncian un acuerdo para aportar beneficios de inclusión financiera a cinco mercados de

Latinoamérica y el Caribe

El convenio firmado por Mastercard y FIS abrirá la puerta de la inclusión financiera a más personas que se beneficiarán con mejores experiencias de pago y nuevas oportunidades.

Ambas empresas están convencidas de crear un cambio fundamental en la relación que se tiene entre consumidores y las empresas financieras.

Miami, 20 de octubre de 2021.- Mastercard y FIS® (NYSE: FIS) el mayor proveedor mundial de tecnología bancaria y de pagos, han anunciado hoy un acuerdo que beneficiará a pequeñas y medianas empresas financieras de América Latina y el Caribe. Fintechs, cooperativas, microfinancieras y los bancos de menor tamaño de la región, podrán contar con el apoyo de ambas empresas para obtener soluciones en tecnología y operatividad; así como la oportunidad de emitir tarjetas Mastercard para sus clientes.

El acuerdo firmado entre Mastercard y FIS tiene como objetivo apoyar a entidades financieras de menor tamaño, pero muy relevantes para el ecosistema financiero. Así, la asociación firmada entre Mastercard y FIS aportará la experiencia técnica y operativa necesaria para apoyar a las fintechs, minoristas y emisores emergentes interesados en ampliar su negocio de emisión de tarjetas.

Este es un esfuerzo que ayudará a promover la inclusión financiera, la competitividad e innovación en la región de América Latina y el Caribe, dotando a las empresas de tecnología financiera, minoristas, emisores emergentes y a los consumidores de herramientas de pago más sencillas y fluidas. En principio, la implementación del acuerdo, que tendrá una duración de siete años, estará centrado en cinco mercados de la región: México, Colombia, Perú, Costa Rica y República Dominicana.

“La inclusión financiera es un factor clave para el desarrollo de los países de América Latina y el Caribe. Para Mastercard es importante establecer alianzas para que a través de la tecnología se extienda el uso de los pagos electrónicos y se genere un ecosistema financiero extenso para promover el crecimiento económico y el desarrollo de la región”, asegura Kiki del Valle, Vicepresidente Ejecutiva de Desarrollo de Mercado para América Latina y el Caribe.

Para Anderson Lucas, Director de Negocios de FIS, “el escenario del mercado en América Latina es buscar cada vez más la convergencia entre los medios de pago, la tecnología y el comercio minorista. Las nuevas entidades podrán emitir tarjetas y atender a sus clientes con el canal de su preferencia, lo que es fundamental para crecer y mantener un negocio sano”.

La llegada de la pandemia de COVID-19 al mundo, motivó a los consumidores a probar nuevas opciones de pagos flexibles para obtener lo que querían a la hora que ellos deseaban. A la par, se aceleraron los procesos de digitalización de muchas empresas que deseaban cumplir con las expectativas de sus clientes. En este sentido, la pandemia significó una oportunidad para romper con lo establecido, dado la relevancia que los medios de pago electrónicos tienen en la economía y por su incidencia real en la simplificación de procesos e inclusión financiera pero también por la mejora continua de estándares y el valor agregado tecnológico.

El estudio “Mastercard New Payments Index”, realizado en 18 mercados de todo el mundo, mostró que, en la región de América Latina y el Caribe, el 72% de los encuestados confirmaron haber probado un nuevo método de pago a raíz de la pandemia, cosa que no habrían hecho en circunstancias normales. Más de la mitad de esos consumidores latinoamericanos y del Caribe (59%) afirmaron que en el futuro evitarán comprar en empresas que no acepten pagos electrónicos de ningún tipo.

“Desde hace algunos años, hemos atestiguado la transformación y el proceso de maduración del consumidor hacia la vida digital; pero la llegada del 2020 y sus desafíos, aceleraron estos cambios los cuales deben consolidarse en la post pandemia con la búsqueda de nuevas alternativas para mejorar la experiencia del usuario”, señala Kiki.

Hasta antes de la pandemia, el proceso de digitalización en América Latina y el Caribe se daba de forma paulatina; pero con las cuarentenas que obligaron a la gente a permanecer en casa por COVID-19, se aceleró la transformación e hizo visible sus beneficios. Los pagos digitales, por ejemplo, ahora no solo se consideran una cuestión de comodidad, sino un aspecto que toca la vida diaria de los consumidores: su salud, la viabilidad de sus negocios y su prosperidad.

Se trata de una transformación sin precedentes que no tiene vuelta atrás porque millones de personas han sido testigos de los beneficios que significa la digitalización: “Toda esta tecnología que hemos estado experimentando en el último año y medio ya estaba disponible. No se creó a causa de la pandemia. Lo que ocurrió fue una aceleración en el uso y la absorción de cada proceso tecnológico”, señala Anderson Lucas, Director de Negocios de FIS. Para la ejecutiva de Mastercard, “podemos decir que lo que se esperaba que ocurriera en tres o cuatro años, se consolidó en poco más de un año debido a la necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades sanitarias”.

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