Caifanes: un legado que resuena en el Auditorio Nacional

Por: Karen Campos

¿Qué canción de Caifanes no es un clásico? Y es que, desde sus inicios en 1986, la agrupación mexicana (ahora conformada por Saúl Hernández, Alfonso André, Diego Herrera, Rodrigo Baills y Marco Rentería) ha regalado a sus seguidores un buen número de canciones que se han ganado el estatus de clásico y después de tanto tiempo, todavía emociona escuchar temas como “No dejes qué” o “Afuera” con arreglos que van sumando y despertando más emociones en sus seguidores.

Así, es como una vez más, Caifanes hizo suyo el Auditorio Nacional, a ellos les basta con salir de un costado del escenario para despertar la emoción de sus fans, no es necesario un gran despliegue de tecnología o un escenario fastuoso para que la gente abandone sus cómodas butacas para recibirlos de pie.

Con poco más de dos horas y media de concierto, el grupo mexicano hizo un repaso de su historia musical, desde “Viento”, “Para que no digas que no pienso en ti”, “Miedo”, “Nubes”, “Detrás de ti”; y así podríamos mencionar todos los temas en las que el público coreó de principio a fin las canciones, lo cierto es que, el Coloso de Reforma no estuvo callado durante ningún segundo, la voz de Saúl Hernández, aunada a la de los fans lograron crear un show completo.

Fotos; OCESA

“Eres indomable, raza”, aseguró Saúl Hernández, pues la gente no paró de cantar y de celebrar cada una de las canciones que también forman parte del repertorio de su época como Jaguares, desde “Así como tú”, “Detrás de los cerros” y “El Milagro”.

Pero Caifanes no solo se dedicó a interpretar sus temas, Saúl explicó que en cada presentación incluyen la “Canción sin miedo” de Vivir Quintana, pues están dispuestos a seguir denunciando la creciente ola de feminicidios que se dan en toda la República Mexicana. De la misma forma, buscan concientizar a sus seguidores sobre otro tema importante en nuestra sociedad: el suicidio; siendo este el único momento en el que el Auditorio Nacional se quedó en silencio para dejar que la voz de Saúl Hernández recitara un poema dedicado a Inés, una persona que finalmente abandonó el plano terrenal.

Entre el público hubo personas de todas las edades, incluso niños que poco a poco se hicieron notar entre el mar de gente, y a quienes Saúl les dedicó “Ayer me dijo un ave”, para luego seguir con “De noche todos los gatos son pardos” y “Perdí mi ojo de venado”.

Caifanes se despidió de su público, quienes gritaron “Otra, otra”, y cuándo el recinto quedó a obscuras clamaron “Célula, célula”, al mismo tiempo que las linternas de los celulares alumbraron el lugar.

“Antes de que nos olviden” macó el regreso de Caifanes al escenario, pero en esta ocasión las primeras estrofas fueron interpretadas 100% por la gente, en un gran coro monumental que pone la piel de gallina con tan solo recordarlo. Luego, un justo homenaje al Divo de Juárez, fotos de Juan Gabriel aparecieron en la pantalla trasera mientras interpretaron “Te lo pido por favor”. Y ya para llegar al final, se hizo presente esa canción que no podían dejar fuera: “La Célula que explota”, seguida de “La negra Tomasa”, para terminar la noche de viernes en todo lo alto.

Fotos OCESA

Tal como lo dijo Saúl, la noche del viernes la ppñraza estuvo indomable, y es que cómo no entregarse a un grupo que ha marcado a varias generaciones, que sin importar el paso de los años ha logrado mantener su sonido fresco y que, sin tanta parafernalia, logran emocionar con cada interpretación.

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