Las empresas necesitan de ejecutivos que además de cumplir sus objetivos de negocios sean capaces de desempeñarse como líderes ante sus equipos de trabajo para promover un ambiente de sana competencia y crecimiento profesional.
Para impulsar el desarrollo de los ejecutivos como líderes en su organización, el coaching ejecutivo es una herramienta fundamental, puesto que puede impulsar a obtener los mejores resultados y a través de los líderes, motiva a los equipos y optimiza sus capacidades y habilidades personales.
El coaching ejecutivo es un proceso de acompañamiento que un coach profesional hace directamente con un directivo en sesiones personales con el propósito de analizar e incluso redefinir sus objetivos en el campo profesional aportando herramientas para detectar sus áreas de oportunidad, mejorar el autoaprendizaje, optimizar las capacidades individuales y mejorar el relacionamiento con sus equipos de trabajo.
Como su nombre lo dice, el coaching ejecutivo va dirigido a empresarios, ejecutivos, directores de área y otros cargos dentro de la compañía que desempeñen funciones de planeación, organización, dirección, manejo de equipos de trabajo, entre otros y que cuenten con poder de decisión que influyan en el rumbo de la compañía.
El área de recursos humanos de las compañías es quien se encarga de buscar y contratar los servicios de coaching para sus ejecutivos, con la finalidad de obtener mejoras y que se potencialicen sus habilidades gerenciales y de liderazgo.
El coaching ejecutivo puede generar muchos beneficios tanto para el ejecutivo que lo toma como para la empresa. Respecto a ello, Antonio Simancas, Presidente de ICF México, señala que entre los beneficios, se puede destacar el incremento del liderazgo de los directivos, una mejora de la comunicación interna y entre los equipos de trabajo, lo cual se traduce en la optimización y eficiencia de los recursos de la compañía, así como de la obtención de un mayor rendimiento tanto del ejecutivo como de sus colaboradores.
Durante el proceso, el coach trabaja junto con el ejecutivo diversos temas enfocados a: estilos de liderazgo, desarrollo organizacional, la cultura organizacional, objetivos de negocio, estructura del equipo, tareas, la importancia de delegar, entre otros temas que le permitirán al coach detectar esas áreas de oportunidad y potencializar las habilidades y fortalezas del ejecutivo.
“Un aspecto importante a la hora de iniciar un coaching de este tipo, es establecer los indicadores o KPIs para medir los resultados del proceso. El área de recursos humanos, al final del proceso querrá conocer las mejoras del ejecutivo y la recomendación es hacer una evaluación de competencias al inicio y otra al final para mostrar los avances”, añadió Antonio Simancas del capítulo de ICF México.
El coaching ejecutivo cada vez es más recurrente en las empresas y se ha convertido en una herramienta que les ayuda a liberar el potencial de sus directivos incrementando así, su productividad y desempeño, al mismo tiempo de mejorar las relaciones y comunicación de los equipos de trabajo y convertirlos en líderes de la organización.