La tecnología tiene el poder transformador de brindar acceso a servicios financieros a poblaciones vulnerables y en un contexto en el que cada vez más mujeres están buscando encontrar alternativas que les brinden independencia, acceso a oportunidades y libertad financiera, la tecnología cripto se presenta como una opción realista y accesible para crear, construir o acrecentar su patrimonio.
Apenas cuatro de cada 10 mujeres participan en la economía de México y 52% lo hacen bajo la informalidad, de acuerdo con el IMCO e Inmujeres. Está claro que en América Latina están aún muy arraigados los roles de género que no contemplan el papel activo de la mujer en la vida económica de la sociedad, y que relegan su participación a labores familiares o de cuidado. Esto se refleja incluso en la oferta de productos y servicios financieros que fallan en entender y atender directamente las necesidades de las mujeres. Aunado a esto, hay una brecha educativa y de promoción financiera que repercute en el interés y uso de las herramientas existentes para favorecer al segmento femenino.
Datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera muestran que 74% de los hombres adultos en México tiene algún producto financiero formal, mientras que las mujeres adultas es el 62%, una diferencia que en los últimos años incluso se ha acrecentado, muy probablemente por los estragos de la pandemia. Tenemos un sistema sociocultural que favorece que las mujeres sean dependientes económicamente, ganen menos y carezcan de herramientas que les permitan alcanzar la libertad financiera.
Podemos rastrear los orígenes de esta disparidad en cómo nos criamos y educamos. Con un precedente histórico y muy arraigado, se sigue estereotipando el género en las profesiones y oficios y se tiende a transmitir esta proyección profesional a los niños y niñas. A ellos se les inculca más la parte matemática, ciencia, finanzas, y a ellas las carreras de humanidades. Así, encontrar mujeres que lideren las finanzas y por lo tanto construyan productos enfocados en ellas se vuelve un reto en la industria.
Así como hace algunas décadas, el arribo de internet a nuestras vidas llegó a transformarlo todo, y en su evolución ha brindado a las personas acceso democratizado al conocimiento, de la misma manera la industria cripto ha llegado para contribuir y generar un impacto positivo en la vida de las personas. Gracias a la tecnología cripto, más mujeres son y serán capaces de derribar las barreras que las mantienen dependiendo de otros, y podrán tomar decisiones sobre su vida económica y financiera. Incluso resultan ser grandes herramientas para emprendedoras y freelancers, otorgándoles más poder en términos de cómo manejan su dinero.
Lo mejor de tecnologías como el internet y las criptomonedas es que no es necesario tener un conocimiento técnico profundo sobre el tema para disfrutar de los beneficios que brindan; son mucho más inclusivas y esto es de gran ayuda para combatir los factores que frenan la emancipación femenina.
La revolución cripto ha empezado a tener impacto en Latinoamérica, pues de acuerdo con el Índice de Nuevos Pagos de Mastercard 2021, casi 4 de cada 10 personas en la región manifestaron que usarán más las criptomonedas. En tanto, el 41% de quienes poseen estos productos en México son mujeres, según el Índice de Adopción de Criptomonedas de Finder.
La revolución cripto sigue acortando barreras en general, pues representa una vía efectiva para alcanzar la libertad financiera. Es una aspiración que no solo mejora la vida de las mujeres, también permite romper con esquemas de creencias caducos que frenan la evolución de nuestras sociedades y permiten un futuro institucional y financiero con gran promesa. Desde Bitso, como líder en la industria, reconocemos el enorme reto que tenemos en frente para acercar nuestra tecnología a más mujeres y estamos comprometidos por seguir implementando acciones que ayuden a cerrar las brechas.