La piedra y el sonido se encuentran en Vortex, la más reciente creación de Ricardo Garduño, quien une fuerzas con Dekton de Cosentino para dar vida a un piano que desafía los límites entre arte, música y materia.
La colaboración surgió de manera orgánica tras una visita de Ricardo Garduño a Cosentino City Ciudad de México, donde descubrió las posibilidades estéticas y técnicas de los materiales ultracompactos, como el de Dekton Somnia. “Tenía muchas ganas de hacer un piano de mármol, pero no sabía que existían materiales tan ligeros y resistentes. Cuando visité Cosentino y me preguntaron qué me gustaría hacer, les propuse intervenir un piano. Así empezó todo”, comparte Garduño.
Entre la gran variedad de colores, texturas y terminaciones que ofrece Cosentino —también creadora de Silestone y Sensa—, Ricardo Garduño eligió Dekton en color Somnia por su elegancia, resistencia y su capacidad de integrarse con la visión futurista de la pieza.
El resultado es una obra monumental de 600 kilogramos, a la que Ricardo Garduño bautizó como Vortex: un piano que, en sus propias palabras, “representa el futuro, como un meteorito o una nave espacial; es mi conexión con el subconsciente y el universo”.
Aunque el reto técnico fue considerable, el resultado mantiene la pureza del sonido. “Lo importante es que la caja armónica esté en buen estado. Puedes modificar el exterior sin afectar el tono, así que no hubo alteración sonora”, explica. La complejidad residió en las adaptaciones y en el trabajo conjunto con técnicos especialistas para forrar el instrumento con precisión.
Esta pieza marca un punto de inflexión en la carrera de Ricardo Garduño: es su piano número 33, símbolo que él mismo asocia con un salto creativo hacia nuevas dimensiones. Además, proyecta que Vortex sea el primero de una serie en colaboración con Cosentino, inspirada en la unión entre arte, diseño y tecnología.
Actualmente, el piano se encuentra en exhibición en Cosentino City Ciudad de México, y Ricardo Garduño tiene previsto presentarlo dentro de un show inmersivo durante la Art Week de febrero, donde la música electrónica, los láseres y las proyecciones expandirán la experiencia hacia un formato brutalista y sensorial.
Ricardo Garduño, quien estudió en el Conservatorio Nacional de Música y posteriormente Arquitectura, ha desarrollado un lenguaje propio donde los pianos se convierten en esculturas vivas. Su serie más reconocida, Anémona 440, lo posicionó como una figura clave del arte inmersivo contemporáneo, con colaboraciones que incluyen intervenciones para Shakira y Lady Gaga.
“Quiero que la gente vea que se puede hacer cualquier cosa con Dekton Somnia —desde una mesa hasta un piano— y que se enamoren de la pieza”, concluye Ricardo Garduño.
Vortex no solo redefine el concepto de instrumento musical, sino que inaugura un diálogo entre la solidez de la piedra y la fluidez del sonido, entre lo tangible y lo emocional: un verdadero manifiesto del arte contemporáneo hecho en México.
