ADN financiero, la clave para crear una industria más resiliente

● Los primeros días de 2023 han dejado claro que este año será sumamente complejo.
● En la medida en la que una compañía entienda su ADN, sus áreas de oportunidad y sus debilidades específicas, puede perfilar estrategias más exitosas de cara a un periodo de incertidumbre.
● Según Mckinsey & Company, alrededor del 67% de las empresas que emprenden un proceso de planeación estratégica fracasa.
● Para el caso de la industria financiera el ADN es crucial, pues de ello depende el crecimiento del sector y los beneficios que proyecta hacia otras áreas (sus clientes, ya sean personas o empresas).

A lo largo de 2022, la inflación en América del Norte y Latina se ha encontrado por los cielos. En México este indicador cerró arriba del 7% y aunque en los últimos meses del año se dio una disminución notable, no deja de ser un signo poco alentador y que ha impactado en la economía de las personas y los planes de crecimiento de las empresas.

Algo similar ha sucedido en Estados Unidos, donde los incrementos de precios en el primer semestre del año podrían superar el 13%, y nada más en junio se observaron niveles de inflación superiores a 9.1%.

“El año ha sido difícil. Y aunque todo parece estar más tranquilo, el fantasma de la recesión no termina de sacudirse; particularmente, en la medida que las tasas de interés en la región siguen muy altas. Los mercados, desde los bursátiles hasta los más cotidianos, se encuentran ralentizados y tal vez hasta paralizados”, explica Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.

Añade que esta condición de menos dinero en los sistemas económicos seguirá hasta los primeros meses de 2023 y el ecosistema financiero tendrá que prepararse adecuadamente para sobrevivir otra temporada económicamente compleja. “Para ello, se necesita una industria más resiliente; a su vez, es fundamental que cada institución entienda a la perfección su ADN financiero para potenciar sus capacidades”.

De acuerdo a cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los niveles de crecimiento en América Latina, en promedio, son comparables con los de la década de los 80, con apenas un 2% anual, algo a lo que se suman bajos niveles de inversión, tanto en el sector financiero en desarrollo como en el más consolidado.

Analizar, comprender, ejecutar

Según una serie de encuestas mundiales realizadas por Mckinsey & Company, alrededor de 67% de las empresas que emprenden un proceso de planeación estratégica fracasa. En buena medida esas implementaciones se realizan sin considerar el contexto, o en su defecto ven sólo estrategias a corto plazo, por otro lado también suelen dejar de lado las ventajas y desventajas específicas de la compañía frente a su competencia.

“La prospectiva industrial termina en fracaso desde antes de su implementación cuando no se estudia el ADN de una empresa y, más importante aún, la complejidad del mercado en el que se desempeña. Lo mismo pasa con el sector financiero. Las instituciones del ecosistema debe analizar a fondo sus ventajas y desventajas y su composición para comprender a la perfección los productos y servicios de su oferta; especialmente, para poder ejecutar estrategias que atiendan las necesidades de los usuarios finales, que al final del día son quienes más importan en la industria”, agrega Grassi.

Más allá de la supervivencia

Los retos que vienen con 2023 serán grandes y variados. Sin embargo, la industria financiera se verá mejor preparada en la medida que entiendan su ADN financiero y las necesidades de sus clientes objetivos. Con ello en mente, se pueden perfilar mejores planes estratégicos de cara a tiempos difíciles y, sobre todo, inciertos.

“En el fondo, lo más importante es dejar atrás el discurso apocalíptico y entender que la industria financiera en su conjunto no sólo sobrevivirá, sino que podría crecer en medio de dificultades. Pero la base es indispensable. Si no se comprende a la perfección el ADN financiero de una institución, será imposible ejecutar adecuadamente en momentos de incertidumbre y crisis. Para ello, serán necesarias paciencia, inteligencia y, sobre todo, resiliencia”, concluye el Co-CEO de Finerio Connect.

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