Ciudad de México a 14 de octubre de 2024.- Con motivo del esperado Fashion Week que se llevará a cabo del 15 al 18 de octubre, Appinio, consultora líder en investigación de mercado, presentó un estudio basado en su metodología Mental Availability.
Este análisis destaca las preferencias, motivaciones y expectativas de los consumidores, proporcionando a las marcas insights estratégicos para destacar en un mercado dinámico y en constante evolución.En los últimos años el panorama de la moda en el país ha pasado de centrarse en un público exclusivo a volverse más inclusivo y diverso. Además, el auge del e-commerce y las redes sociales ha transformado la manera en que las personas descubren y compran moda, volviendo la experiencia más interactiva y accesible.
Este enfoque creciente en la moda se ve reflejado en los datos que comparte la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, donde las importaciones de prendas de vestir alcanzaron los 5,363.3 millones de dólares en agosto, un 14.4% más que en el mismo periodo de 2023.El estudio de Appinio, revela que el 28% de los mexicanos compra ropa entre 2 y 3 veces al mes, con los jóvenes de entre 18 y 34 años liderando la tendencia.
Este grupo no solo busca las novedades, sino que está construyendo su identidad a través de lo que viste, mientras que un pequeño 3% se mantiene en el extremo opuesto, declarando que compran ropa solo una vez al año.¿Qué impulsa la compra de moda?Contrario a lo que podría pensarse, la compra de moda en México no está totalmente impulsada por eventos especiales o tendencias, el 31% de los encuestados afirmó que adquiere ropa principalmente para sentirse cómodos consigo mismos, lo que refleja el bienestar personal por encima de la vanidad. Muy cerca, un 29% lo hace para verse más atractivo y un 28% para expresar su personalidad.
Este dato muestra cómo los mexicanos están utilizando la moda como un medio de autoafirmación y bienestar, más que como una herramienta superficial.Solo un 13% de los mexicanos compra ropa para citas románticas y un 15% lo hace para conciertos, lo que sugiere que la moda está más relacionada con lo cotidiano e íntimo que con momentos puntuales. Las marcas que logren conectar con este deseo de comodidad y autenticidad podrán ganar la lealtad de sus consumidores a largo plazo.Calidad y durabilidad: los factores decisivos en la moda.
Uno de los hallazgos más destacados del estudio es que el 68% de los mexicanos considera la durabilidad como un factor crucial al comprar ropa, mientras que un 65% prioriza la calidad. A pesar del dominio del fast fashion, estos resultados indican un cambio hacia un consumo más consciente y a largo plazo. Además, la inclusividad sigue ganando terreno, con un 53% de los encuestados valorando la variedad de tallas y un 51% la diversidad de colores.En contraste, sólo un 8% de los mexicanos da importancia a la exclusividad, lo que sugiere que las marcas deben centrarse en ofrecer funcionalidad y versatilidad si desean destacar en el competitivo mercado de la moda.
En cuanto a segmentos, cuando se trata de calidad y durabilidad, las marcas deportivas ocupan un lugar privilegiado en la mente de los consumidores mexicanos, al igual que el denim casual, que se mantiene como una opción favorita por su resistencia y estilo atemporal. En contraste, el segmento de premium asequible adquiere relevancia sólo cuando se busca exclusividad, dejando de lado este segmento al momento de buscar variedad de tallas, por su parte el fast fashion toma el liderazgo cuando los mexicanos buscan ropa que pueda combinarse fácilmente.
“Los estudios a través de Mental Availability enfocados a segmentos específicos como la moda, ayudan a las marcas a identificar y capitalizar nuevas oportunidades, al comprender las motivaciones clave de los consumidores, lo que permite conectar de manera más auténtica. Y es que actualmente las marcas, no pueden ignorar o vivir sin contexto, en el caso de la moda, las personas siempre nos vestimos para y por algo” detalló Livia Mirón, Directora General de Appinio para Latinoamérica.
El análisis de Appinio muestra que la moda en México está tomando un giro hacia lo personal, con consumidores que buscan expresar su autenticidad y bienestar a través de lo que visten. En este contexto, las marcas tienen la oportunidad de crear una conexión emocional con sus clientes, ofreciendo más que prendas, construyendo relaciones duraderas basadas en confianza y valor agregado.