Por: Geovana Ortega, Presidenta de ICF Capítulo México
En el mundo actual, los líderes enfrentamos una serie de desafíos complejos que ponen a prueba nuestra capacidad para adaptarnos, innovar y guiar a nuestros equipos hacia el éxito. Abordar estos retos requiere una combinación de autoconciencia, iniciativa y resiliencia, cualidades que podemos cultivar y fomentar entre nuestros colaboradores. Exploremos tres desafíos en profundidad con el objetivo de proporcionar una guía inspiradora y práctica.
Primer desafío. Un entorno desfavorable para la diversidad
Supera los esquemas tradicionales
En muchas organizaciones, los esquemas tradicionales de liderazgo y gestión son la norma durante décadas. Estos esquemas a menudo perpetúan estructuras jerárquicas y prácticas laborales que no favorecen la pluralidad. Algunas empresas valoran más la experiencia basada en años que las competencias y habilidades reales de los empleados. Este enfoque impide que personas diversas, con perspectivas frescas e innovadoras, accedan a roles de liderazgo. Cambiar el liderazgo y realizar una revisión completa de las prácticas organizacionales para integrar una mayor diversidad en todos los niveles ayuda a revitalizar la cultura
corporativa y obtener mejores resultados comerciales.
Para transformar estos esquemas tradicionales, es esencial que cuestionen y evalúen las prácticas actuales así como fomentar un ambiente donde valoren y celebren diferentes puntos de vista para impulsar la innovación y la competitividad.
Ten autoconciencia de las emociones y los patrones culturales
Los patrones culturales a menudo crean tendencias difíciles de identificar y superar. El sesgo inconsciente puede influir en las decisiones de contratación y promoción, favoreciendo a ciertos grupos. Estos modelos son difíciles de reconocer, ya que están profundamente arraigados en nuestras percepciones y emociones. Al implementar programas de capacitación en sesgo inconsciente para sus empleados, es posible reconocer y mitigar sus tendencias, lo que ha llevado a una mayor inclusión y diversidad. Promover una cultura de autoconciencia y apertura transforma significativamente la dinámica.
Segundo desafío. Poco o nulo reconocimiento del liderazgo personal para hacerse cargo y propiciar cambios favorables.
Sé un líder proactivo
Muchas veces, en el entorno empresarial, se espera que otros tomen la iniciativa para realizar los cambios deseados. Esta actitud pasiva puede ser perjudicial, ya que retrasa el progreso y limita el potencial de innovación y mejora continua.
El liderazgo proactivo no solo ha revolucionado el mercado, sino que también ha inspirado a otros a seguir su modelo. Para enfrentar este desafío, los líderes deben cultivar un sentido de responsabilidad y empoderamiento personal. Tomar la iniciativa y liderar con el ejemplo puede crear una cultura de acción y dinamismo en toda la organización.
Confía en las soluciones, no te estanques en los problemas
Es común encontrar un enfoque en las quejas en lugar de en las soluciones y la situación deseada. Para contrarrestar, los líderes deben inspirar a su personal a centrarse en soluciones y resultados positivos. Fomentar una mentalidad de crecimiento y posibilidades puede transformar la dinámica de trabajo y llevar a resultados sobresalientes.
La falta de compromiso es otro gran obstáculo, aunado al miedo a enfrentar desafíos y la resistencia al cambio, lo que impide el crecimiento y la innovación. Los líderes deben fomentar una cultura de valentía y determinación, así como apoyar a los empleados para enfrentar desafíos con confianza y perseverancia.
Valora y escucha las diversas voces
Los líderes deben usar su posición para empoderar a otros y fomentar una cultura de colaboración y respeto mutuo. Esto puede crear un ambiente de trabajo más positivo y productivo, donde todas las voces son escuchadas y valoradas.
Tercer desafío. La incertidumbre
Desarrolla tu capacidad de adaptación
La incertidumbre es una constante, especialmente debido a los cambios que están fuera de nuestro control. Ante estos cambios, históricamente, ha quedado demostrado que las empresas que logran adaptarse y sobrevivir son aquellas que han tenido líderes capaces de navegar en la incertidumbre, quienes tomaron decisiones rápidas y efectivas que ayudaron a sus compañías a salir fortalecidas de las crisis. Para enfrentar la vacilación, los líderes deben desarrollar la capacidad de adaptación y resiliencia; mantener una actitud flexible es clave.
Fomenta un ambiente inclusivo
La diversidad en el lugar de trabajo puede generar dudas sobre cómo interactuar con personas que tienen diferentes identidades y experiencias. Por ejemplo, si alguien se identifica como no binario, es probable que no sepamos si referirnos a esa persona como él o ella, lo que puede generar confusión y malentendidos.
En estos casos, algunas empresas han implementado políticas inclusivas y capacitaciones para ayudar a los empleados a comprender y respetar las diversas identidades de género. Estas iniciativas han creado un ambiente más inclusivo y respetuoso, donde todos los colaboradores se sienten valorados.
Los líderes deben fomentar una cultura de inclusión y respeto. Ofrecer formación y recursos para entender y apoyar la diversidad puede crear un ambiente de trabajo más armonioso y efectivo.
Como líderes, es nuestra responsabilidad tomar la iniciativa, promover una cultura de inclusión y respeto, y mantener una actitud flexible y resiliente frente a los cambios. Al hacerlo, las organizaciones se fortalecen y se contribuye en la creación de un ecosistema empresarial más equitativo y próspero.
Les invito a enfrentar estos y otros desafíos con valentía y determinación, transformando nuestras empresas y liderando con el ejemplo hacia un futuro mejor.