Ciudad de México, 6 de junio de 2023.- En México, el cáncer de próstata (CaP) es la principal causa de enfermedad en hombres[1], cobrando alrededor de 375 mil vidas anualmente a nivel mundial, de acuerdo con datos de Global Cancer Observatory (Globocan).[2] Por ello, en el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora cada 11 de junio, expertos hacen un llamado a los hombres mayores de 40 años a realizarse las pruebas de tamizaje necesarias para un diagnóstico y en cada caso, determinar el mejor enfoque terapéutico de acuerdo con la etapa de la enfermedad.
Y es que, lamentablemente siete de cada 10 pacientes buscan atención médica cuando el cáncer ya se encuentra avanzado[3], fase en la que se puede ver deteriorada su calidad de vida sin el seguimiento médico adecuado. Aunque esta cifra es significativa y representa la mayoría de los casos, todavía persisten estigmas y temores para asistir a las consultas con los especialistas en urología en, al menos, 54% de los hombres.[4]
La ausencia de síntomas en las etapas iniciales, aunado al crecimiento silencioso del tumor, hace que pase inadvertido para el paciente, por lo que su diagnóstico se realiza cuando ya se ha propagado fuera de la glándula prostática. De ahí que este tipo de cáncer esté asociado con alta mortalidad en el país.
“Cuando hablamos de cáncer de próstata metastásico avanzado, nos referimos a la etapa en la que la enfermedad se ha extendido y ha alcanzado otras partes del cuerpo, como los huesos o los ganglios linfáticos. Además, aparecen síntomas como molestia al orinar, dolor en la parte baja de la espalda, pérdida de peso o insuficiencia renal”, explica el doctor Juan Carlos Huerta, especialista en urología oncológica y miembro de la Asociación Mexicana de Urología Oncológica.
En este contexto, es de vital importancia comprender la diferencia entre el cáncer de próstata hormonosensible y el resistente a la castración. “En la etapa hormonosensible, la enfermedad inicialmente responde al tratamiento hormonal pues reduce los niveles de testosterona en el cuerpo, así como la cirugía en la que se extrae por completo la glándula prostática para eliminar el tumor y prevenir la propagación del cáncer a otras áreas cercanas. Sin embargo, en algún momento, puede desarrollarse resistencia a la castración, lo que significa que la enfermedad progresa o deja de responder al tratamiento hormonal”, detalla el doctor Huerta.
A medida que el cáncer de próstata avanza, es común que las células cancerígenas se diseminen al hueso. Esto ocurre porque el hueso proporciona un entorno propicio para la multiplicación de las células tumorales, gracias a su abundante suministro de sangre. Además, la conexión entre la columna vertebral y las costillas a través de la red de vasos sanguíneos facilita la propagación del tumor en esta zona, causando síntomas como dolor, debilidad ósea, fracturas y dificultad para la movilidad, lo que afecta significativamente la calidad de vida.
En esta etapa avanzada se pueden considerar otras opciones de tratamiento, como la quimioterapia. De hecho, durante mucho tiempo, se pensó que el cáncer de próstata era “quimioresistente” y un tratamiento con alta toxicidad; sin embargo, diversos estudios como el CHAARTED han demostrado que la quimioterapia combinada con la terapia hormonal mejora tanto el tiempo de resistencia a la castración como la supervivencia global en pacientes con cáncer de próstata metastásico avanzado resistente a la castración (CPMRC)[5].
En los últimos siete años, los avances científicos en el tratamiento del CPMRC han sido alentadores. Al ser el cuarto cáncer más diagnosticado en el mundo[6], se plantean desafíos significativos y se requiere enfoques terapéuticos más avanzados como cabazitaxel, siendo la opción de segunda línea para los pacientes con CPMRC que ayuda a controlar el crecimiento tumoral y mejorar la calidad de vida.[7]
“Hoy, el panorama en el tratamiento del cáncer de próstata es distinto gracias a los avances de la ciencia; sin embargo, sigue siendo necesario el monitoreo regular y una valoración a tiempo para mejorar el pronóstico de la enfermedad”, destaca el doctor José Aurelio Athié, líder médico del área terapéutica de Hemato-Oncología de Sanofi.
Los exámenes de rutina en pacientes con cáncer de próstata, como el antígeno prostático específico (APE) y el examen rectal, son las herramientas clave para identificar posibles indicios de la enfermedad. Además, adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio, puede reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
“En el Día Mundial del Cáncer de Próstata, queremos abrir un espacio de diálogo sobre la salud masculina y ofrecer esperanza a todos los hombres que enfrentan esta enfermedad. Queremos que sepan que existen diversas opciones de tratamiento disponibles para cada etapa de la enfermedad y que la quimioterapia es efectiva. Nuestro objetivo es que puedan seguir siendo activos, productivos y disfrutar de una excelente calidad de vida junto a sus seres queridos”, concluye el doctor José