El morado y su simbolismo en la lucha por la igualdad del género

Como cada año, el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha en la que se reconoce el papel fundamental de las mujeres en la historia y su lucha por obtener la igualdad de género a través de los años. Desde sus inicios, el movimiento ha estado rodeado de signos y símbolos, entre los cuales destaca el color morado o violeta.

De acuerdo con el libro “Los colores de la inclusión”[1], elaborado por Yo también A. C., el Museo Memoria y Tolerancia, la Universidad Iberoamericana y PPG Comex, desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna (finales siglo 18), el color púrpura o morado se relacionaba con las personas pertenecientes a las élites políticas y económicas, ya que, en ese entonces, conseguir el tinte era muy costoso y solo las familias de la realeza podían usar ropas de ese color, convirtiéndose en un símbolo de poder.

Sin embargo, su relación con el movimiento feminista surge en marzo de 1911 con el incendio de la fábrica Triangle Waist Co., en Nueva York. En ese entonces la mayoría de las trabajadoras eran jóvenes migrantes de Europa y habían realizado una huelga en búsqueda de mejores horarios y sueldos favorables. Hasta el momento se desconoce el origen del incendio, pero el evento cobró la vida de 146 personas y 70 quedaron gravemente heridas, la mayoría de ellas mujeres.[2]

Se dice que el cielo de la ciudad quedó cubierto por humo morado debido a que en ese momento las telas que se trabajaban eran de ese tono. A partir de ese trágico momento, se relaciona al color morado con la lucha feminista, como símbolo de la injusta situación que vivieron las trabajadoras de esa fábrica. A su vez, durante el movimiento sufragista que luchaba por el voto de la mujer, Emmeline Pethick-Lawrence, una activista destacada, afirmaba que el violeta simbolizaba la soberanía, libertad, dignidad y la sangre real en sus venas.[3]

Hoy en día, y alrededor del mundo, seguimos viendo ese color en carteles, mantas y diferentes objetos usados por los grupos feministas. Tan sólo en México, donde 51.2% de la población está conformada por mujeres, la marcha del 8 de marzo y el movimiento por la igualdad de género ha cobrado una gran relevancia, tomando en cuenta que el 70% de las mujeres ha vivido situaciones de violencia psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o ha sido discriminada por el hecho de ser mujer[4].

Sin duda, se han producido cambios significativos en cuanto a la igualdad en todo el mundo. A pesar de los avances, la demanda de derechos para niñas, jóvenes y mujeres adultas sigue siendo relevante en todas las esferas de la vida. Y hoy, también, el color morado prevalece como símbolo de reconocimiento para todas las mujeres que han luchado, y como símbolo de esperanza para aquellas que continúan día a día buscando un mundo mejor.

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