comer, entonces ¿qué pasa con los otros? Todos saben que la presentación de los alimentos influye también. La estética e imagen que tengamos de la comida es parte importante de la experiencia gastronómica, debido a que “comemos con los ojos”. La vista nos avisa si algo parece apetecible o no, incluso antes que el olfato.
Los sonidos también cuentan cuando se prueba algo delicioso. Un gran ejemplo es lo que pasa en los restaurantes Manresa en California y el Alinea en Illinois. Los chefs de estos establecimientos quisieron aprovechar la acústica y utilizar el oído a su favor. Cuando sirven comida lo hacen con cierto tipo de música diferente para mejorar el estado de ánimo de los clientes. Esto hace que dependiendo del platillo y de la canción, las personas disfruten de los contrastes de sabor en su mente y no sólo en su paladar.
Finalmente, en el libro The Art Of Flavor (2017) del chef profesional Daniel Patterson menciona que el sabor es una combinación de todas las sensaciones que puede disfrutar el cerebro. Por ello, la próxima vez que comas algo, recuerda concentrarte en utilizar todos tus sentidos y verás cómo impactan en una mejor experiencia. Bon Appétit!