Ciudad de México, 22 de septiembre 2023- Cada vez a más temprana edad los niños comienzan a interactuar con la tecnología. La variedad de imágenes, videos, redes sociales y videojuegos hace que estén altamente estimulados con un gran caudal de información visual y sensorial. Esta dinámica de inmediatez provoca que sea muy difícil captar su atención por mucho tiempo y esto se refleja en las aulas.
La educación es un factor determinante en la vida de cualquier persona y por esto es sumamente importante que los docentes cuenten con las herramientas necesarias para potenciarla. Una de ellas es el coaching educativo, profesión que, a veces sin darse cuenta, también practican los maestros y profesores.
El coaching educativo consiste en una serie de procesos que buscan desarrollar el máximo potencial de los alumnos, trabajando en fortalecer las competencias necesarias para alcanzar los objetivos dentro y fuera del aula. De esta forma, influye en la transformación: aumenta la motivación, el compromiso, la responsabilidad y el aprendizaje. Entonces, el docente puede también adquirir el rol de un coach.
La Dra. Elena Espinal, Master Certified Coach (MCC) de La Federación Internacional de Coaching (ICF, por sus siglas en inglés) especializada en el área de la educación, propone una guía dirigida a los profesores para aplicar un enfoque de coaching en el aula y transformar el entorno de aprendizaje:
- Invitar a los estudiantes a participar en su propio aprendizaje y vincularse entre sí.
La relación de coaching se basa en una comunicación igualitaria y abierta que conduce al empoderamiento y a un mayor compromiso; en el aula esto se reduce a los alumnos y el docente. Las habilidades socioemocionales, incluidas la comunicación, la empatía y la construcción y mantenimiento de relaciones, tienen efectos a largo plazo en el desarrollo de los individuos, el desempeño laboral y la salud mental.
- Apoyar a los estudiantes a identificar sus metas personales y reconocer su crecimiento.
Los maestros, quienes interactúan estrechamente con los estudiantes a lo largo del año, se encuentran en la posición de identificar aquellos cambios de los estudiantes y reconocer cuando aviven un crecimiento en habilidades y ambiciones. Es así como los docentes pueden ayudar a sus alumnos a alinear sus fortalezas y deseos para establecer y alcanzar las metas de cada uno.
- Inspirar curiosidad en los estudiantes.
En una sesión de coaching se hacen preguntas profundas para conocer las perspectivas, valores y objetivos del cliente. Como semejanza, en el aula, los profesores pueden interpelar a la curiosidad de sus alumnos organizando lecciones en torno a preguntas y debates abiertos. Al sentirse escuchados es más probable que interactúen con los materiales académicos. Además, adquieren habilidades de comunicación eficaz para con el otro.
- Fomentar la escucha activa en el aula
Las preguntas abiertas traen consigo la escucha activa, una habilidad amenazada en los jóvenes y niños por la sobrecarga de información que provocan las tecnologías. Esta habilidad está ligada a la empatía y el cuidado del otro.
- Ayudar a los estudiantes a aplicar habilidades de resolución de problemas para superar los desafíos.
Cuando los maestros identifican los desafíos del aula e invitan a los estudiantes a proponer soluciones, modelan habilidades para la resolución de problemas. Estas habilidades preparan a los estudiantes para enfrentarse a la adversidad y desarrollar una mayor confianza en sí mismos.
En conclusión, los maestros aplican en su día a día herramientas del coaching, sin siquiera saberlo. Es así que pueden beneficiarse de una formación profesional en esta materia para aumentar la participación y empoderar a los estudiantes en su aprendizaje.
Fuente:
1.https://thoughtleadership.org/how-teachers-can-use-a-coaching-approach-to-empower-students-in-the-classroom/ 2. De acuerdo al Factsheet del mes de septiembre