¿Por qué y cómo preparar un fondo de emergencias?

Ante lo desafiantes que han sido los últimos meses en materia económica, uno de los elementos que ha retomado mayor importancia en la planeación financiera es la creación de un fondo para emergencias, ya que es una de las mejores opciones para proteger tus finanzas ante problemas o situaciones inesperadas, sin tener que sacrificar unos gastos por otros o caer en un sobrendeudamiento.

¿Por qué y cómo crearlo?

Un fondo de emergencias es “colchoncito” de dinero que te permite cubrir imprevistos de distinta naturaleza: desempleo, enfermedades o reparaciones en casa por afectaciones provocadas en eventos naturales como un sismo, inundaciones o deslizamientos de la tierra.

¿Te suenan? En medio de una pandemia que se ha prolongado a casi dos años de existencia y una zona sismológica como México, es muy seguro que sí.

Aunque es poco posible predecir con exactitud alguno de estos fenómenos, lo que sí puedes saber es que no estamos exentos de que alguno suceda. Dependiendo la magnitud, un común en estas situaciones es que usualmente orillan a gastos para poder afrontarlas o superarlas. Lo que hace necesario tener un respaldo para sobrellevar la situación sin generar afectaciones irreparables o muy duraderas en tus finanzas. Sin embargo, a pesar de su relevancia, únicamente el 39% de los jóvenes ahorran para hacer frente a imprevistos, basado en cifras del reporte Ahorro y Futuro, ¿cómo viven los jóvenes el retiro?, elaborado por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (AMAFORE).

Probablemente, te preguntarás “¿entonces cuánto dinero debo ahorrar?”. Expertos de Principal, compañía especialista en gestión de activos a largo plazo, sugieren que, para iniciar, podrías blindarte con entre tres y seis meses de ahorro, calculados con base en tus gastos habituales.

Considera que un fondo de emergencia no se construye de la noche a la mañana, para consolidarlo, un paso fundamental es crear el hábito del ahorro y, a partir de ello, destinarle fondos con base en una periodicidad. Lograrlo será más fácil si sigues estas tres recomendaciones de Principal:

  • Automatiza el dinero que le destinas

Automatiza el apartado de tu ahorro desde tu aplicación para que el ingreso a la cuenta donde lo guardas (ya sea bancaria o de algún producto de inversión) sea recurrente, al igual que lo haces con los pagos de otros servicios, como membresías o plataformas para ver tus series, películas y escuchar tu música favorita. Lo que no se ve no se siente, por lo que costará menos trabajo no tener disponible para gastar el dinero que destinas al ahorro, si acostumbras a tu cartera a ni siquiera contar con él de forma inmediata.  Esto te ayudará también a hacer del ahorro un hábito prioritario y no sólo destinar el dinero “que sobra”, como usualmente se hace.

Descubrirás que el secreto en el ahorro no está en las grandes cantidades, sino en la frecuencia y consistencia de los aportes.

  • Sepáralo de tu cuenta de uso cotidiano

Ahora que empieza la temporada de promociones de fin e inicio de año, ten en mente que comprarte unos zapatos, cambiar de celular, adquirir una nueva televisión porque la tuya te parece anticuada o ir a desayunar en un lujoso sitio, no son emergencias.

Para evitar esas tentaciones y darle la seriedad que un verdadero evento inesperado requiere, guarda tu fondo de emergencia en una cuenta separada, destinada exclusivamente para ese fin. Procura hacerlo en instrumentos formales, para evitar riesgos en opciones informales como tenerlo bajo el colchón o las tandas que pueden terminar por empeorar tu situación en caso de emergencia.

  • Mantén tu dinero trabajando

Busca alternativas que no sólo te permitan guardarlo de forma segura, como una cuenta de débito en el banco, sino también la posibilidad de hacerlo crecer. Utiliza instrumentos como un Fondo de Inversión que te permita tenerlo a la vista, es decir, sin fijar un plazo obligatorio y con la facilidad de poder retirarlo tan pronto se requiera.

Guardarlo como Ahorro Voluntario en tu cuenta individual Afore podría ser otra alternativa. De este modo podría darte la posibilidad de generar rendimientos, sin olvidar también que, en el mejor de los casos, si no lo utilizas, es dinero que sumará a tu monto de pensión una vez llegada tu edad de retiro.

Una vez que cuentes con tu fondo de emergencia incluye en tu presupuesto la posibilidad de seguir ahorrando, aún si tu “guardadito” es suficiente para respaldar, al menos, seis meses de gastos. De ser posible, fija metas que requieran plazos más largos, como cubrir un año entero tus ingresos totales, incluyendo gastos y otros planes para los que destinas recursos más allá de los que son solo esenciales.

Frente a momentos como el actual que se han prolongado más de lo imaginado, lo anterior te permitirá contar con la seguridad financiera suficiente para estar mejor preparado. Ahora que sabes, de algún modo, cómo prepararte para aminorar los estragos de situaciones inesperadas, no olvides prepararte también para aquellas que sabes traerán un mejor fruto: tu retiro, adquirir una vivienda o estudiar algún posgrado, por mencionar algunos ejemplos.

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