Accidentes en casa: guía rápida para identificar los tipos de heridas y cómo tratarlas

Existen diferentes tipos de heridas, muchas de las cuales puedes tratar tú mismo sin la atención de un experto

*Leukoplast, el líder en tratamiento y curación de heridas, nos ayuda a identificar el tipo de heridas y su atención para una óptima recuperación. 

Por definición, un accidente es un evento o suceso fortuito, es decir que no estaba planeado, que puede llegar a alterar o dañar nuestra integridad física y mental. Según esta definición dada por la Organización Mundial de la Salud, en cualquier momento, en cualquier lugar y a quien sea le puede ocurrir un accidente. 

Quizá podamos imaginarnos en estos momentos que sufrir un accidente significa algo aparatoso, pero no necesariamente es así. A veces simplemente podemos tener algún corte, raspón o quemadura leve que fácilmente podemos tratar nosotros mismos, y suceden en situaciones tan cotidianas como la casa, durante la rutina de ejercicios, en el trabajo o al convivir con amigos o familia.

Así que en primer lugar, si nos encontramos ante una situación imprevista, lo primero que debemos hacer es mantener la calma y valorar si nuestras heridas requieren o no atención médica. Pero para los casos en los que no sea necesaria, es importante que identifiques qué tipo de herida tienes y sigas estas recomendaciones que Leukoplast, una marca de Essity, líder en el tratamiento y curación de heridas, tiene para ti. 

Cortes y rasguños

Estas heridas se producen en el momento en que la piel sufre una pequeña rozadura o apertura leve de forma lineal. Pueden ser producidas por objetos afilados o punzocortantes, también pueden ser causadas por caídas o mordeduras y piquetes de animales. 

Cuando el corte (también conocido como abrasión) es pequeño y presenta un sangrado leve, este puede ser fácilmente tratado en casa de la siguiente manera: 

Deja sangrar un poco la herida, lávela con agua y después sécala con una gasa, al terminar, coloca un cura Leukoplast para cubrir la herida. Ahora, si se trata de una herida posquirúrgica, te recomendamos los apósitos Leukomed de Leukoplast, diseñados para proteger heridas posquirúrgicas, que garantizarán que tu herida esté protegida. 

Raspones

Los raspones también son heridas en la piel que surgen a partir de frotar o friccionar el tejido con una superficie. Regularmente surgen después de caídas o golpes, y a diferencia de los cortes, los rasguños no producen cortes abiertos en la piel. 

Tratar los raspones es muy similar a la forma de hacerlo con los cortes y rasguños. Para ello, procura tener las manos limpias y lavar con agua y jabón la zona afectada para quitar toda la suciedad de la herida. Al terminar, cubre la herida con un apósito o con una tira adhesiva. 

Para proteger de manera correcta tu herida, te sugerimos usar las curas de Leukoplast porque se adhieren fuertemente a la piel, cubriéndola de cualquier tipo de agente externo, son resistentes al agua y la zona en donde las coloques no perderá movilidad para que sigas con tus actividades cotidianas. 

Ampollas 

Tu piel no sólo puede recibir daño mediante caídas o cortaduras; otras heridas pueden ser las quemaduras y la abrasión originada por algunas sustancias químicas. Cuando esto ocurre, suelen aparecer las ampollas: burbujas de agua y proteínas que se forman bajo una capa de piel muerta. 

Muchas personas creen que lo primero que se debe hacer es reventar la ampolla, pero en realidad no debes hacerlo, pues puedes infectar la herida. En su lugar, primero lava la zona afectada con agua y luego cúbrela. En estos casos usa las curas de Leukoplast, porque además de tener una adhesión óptima, también te permitirán ver la evolución de la herida. 

En algunos casos, el líquido de la ampolla debe ser reabsorbido por el cuerpo, pero en otros puede que la ampolla se rompa por sí sola. Si esto ocurre, deja fluir todo el líquido, limpia la zona y cúbrela con una nueva tira adhesiva. 

Estas recomendaciones te ayudarán a identificar el tipo de herida que tienes y los pasos que debes seguir para tratarlas. Recuerda siempre valorar primero su gravedad y de no requerir atención especial, procura tener a la mano tu kit personalizado para la prevención de heridas de Leukoplast. Con él cerca, asegurarás un tratamiento eficaz y una pronta recuperación para que puedas seguir tus actividades del día a día. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil