Además de proporcionar alimentos y hábitat para la vida silvestre, Xochimilco regula inundaciones, refresca la temperatura de la capital del país y actúa como amortiguador natural ante fenómenos climáticos extremos. Desde que se sumó al proyecto en 2023, Conservación Internacional, en cercana colaboración con el Laboratorio de Restauración Ecológica, ha contribuido a asegurar financiamiento, establecer vínculos con agencias gubernamentales y aumentar la conciencia pública sobre el valor de Xochimilco — tanto para los axolotes como para toda la ciudad.
“El haber encontrado trazas de axolote da esperanzas para continuar con los esfuerzos de restauración, donde toda la sociedad debe participar”, enfatizó Zambrano.