Seis de cada diez niños consultados por World Vision expresaron que el cansancio es la principal consecuencia del hambre. En el caso de los adolescentes, 12% atribuyó al hambre su bajo rendimiento escolar, mientras que esa cifra fue del 7% en los niños que tienen entre 6 y 10 años.
La investigación también evidencia efectos en la salud mental: las niñas y niños de 6 a 10 años son casi dos veces más propensos a sentir tristeza (43%) al pasar hambre que los adolescentes (28%) Los niños y niñas que reportaron inseguridad alimentaria, de acuerdo con la investigación, son dos veces más propensos a sufrir otros efectos en la salud como enfermedades respiratorias e intoxicaciones. Asimismo, los niños consultados también señalaron efectos en su salud mental. Seis de cada 10 niños y niñas asoció la experiencia del hambre a emociones desagradables como la angustia (40%), la tristeza (32%) y a otras como la rabia, el enojo, la ansiedad, el estrés o la desesperación (7%). Por el contrario, la satisfacción de su derecho fundamental a la alimentación les produce alegría y tranquilidad.
COMIDAS ESCOLARES
World Vision también exploró los contextos en donde los niños comen más saludablemente. 73% expresó que siempre o casi siempre comen sano en sus hogares. En contraste, un 30% dijo que pocas veces y 18% dio que nunca reciben alimentos saludables en la escuela.
El 55% de los niños admitió que consume comida chatarra al menos una vez por semana. Además, 64% reconoció que injiere bebidas procesadas de una a tres veces por semana, mientras que una quinta parte (20,2%) las consume más de cuatro veces por semana.
RECOMENDACIONES DE LA NIÑEZ
A través de su campaña contra el hambre y la malnutrición, World Vision promueve la implementación de políticas públicas y dotación de presupuestos para asegurar que todo niño, niña y adolescente puedan gozar de su derecho a la alimentación.
Los niños y niñas participantes, recomendaron a los gobiernos, entre otros aspectos, implementar programas de asistencia alimentaria en especial para aquellos grupos en situación de vulnerabilidad como las niñas, niños y adolescentes migrantes. Otra recomendación apunta a brindar incentivos económicos como parte de los programas de asistencia alimentaria, tomando en cuenta que el bajo ingreso económico y altos precios fueron identificados como las principales barreras para el acceso a alimentación saludable. Un participante de El Salvador dijo: “sería importante implementar programas de subsidios o incentivos para que familias de bajos recursos puedan acceder a alimentos nutritivos”.
World Vision es una organización cristiana, humanitaria y de desarrollo dedicada a la protección de los niños y niñas más vulnerables en el planeta. Operamos en más de 90 países globalmente y en 15 en Latinoamérica y el Caribe en sectores como agua y saneamiento, medios de vida sostenibles, protección, educación y salud.