CDMX a 31 de agosto del 2023.- En un mundo cada vez más interconectado y consciente de los desafíos que enfrenta, el trabajo alrededor de la construcción de sociedades inclusivas y sostenibles en México y América Latina ha adquirido una relevancia sin precedentes. La búsqueda de la inclusión social y la sostenibilidad ambiental se ha convertido en una tarea esencial para enfrentar los problemas actuales y sentar las bases de un futuro próspero y equitativo. Esta misión es crucial y afortunadamente se están dando pasos significativos en esta dirección.
La inclusión social sin lugar a dudas es un pilar para el desarrollo, y esta implica garantizar que todas las personas, sin importar su origen étnico, género, orientación sexual o condición económica, tengan igualdad de oportunidades para participar plenamente en la sociedad. En México y Latinoamérica, donde las desigualdades han sido históricamente pronunciadas, la construcción de sociedades inclusivas es fundamental para combatir la marginalización.
La inclusión no sólo es un tema moral, sino también se trata de un catalizador económico. Las sociedades donde, todas las voces son escuchadas y todas las capacidades son aprovechadas, tienden a ser más innovadoras y resilientes. Políticas que promuevan la educación accesible, la igualdad de género, la protección de los derechos humanos y la participación ciudadana son esenciales para lograr este objetivo.
En este ámbito, México tiene un largo camino que recorrer, según datos del Banco Mundial1, entre 1980 y 2022 la economía mexicana mantuvo un crecimiento anual estimado de poco más del 2.0 por ciento, lo que resulta una limitante del progreso en relación con las economías de altos ingresos, sin embargo, en 2021 hubo un repunte del 4.7%, mientras que el 2022 cerró en 3.1%. En términos generales la economía ha recuperado los niveles de empleo y de Producto Interno Bruto (PIB) previos a la pandemia. En materia macroeconómica existe estabilidad, lo que sumado a la sólida base manufacturera respaldan el crecimiento económico.
Esto representa un panorama alentador para los espacios que permiten el análisis y la reflexión del contexto actual, social y económico para llevar a cabo acciones encaminadas a reducir desigualdades y elevar la calidad de vida de las poblaciones marginadas con el firme propósito de no dejar a nadie atrás, ni dejar a nadie fuera. Un ejemplo es La Cumbre por las Sociedades de Paz, Ch’abajel, que reúne a líderes y expertos de diversas áreas, incluyendo representantes de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, líderes comunitarios, académicos y ciudadanos comprometidos con la paz y el desarrollo sostenible en la región que se realizará en el Centro de Convenciones Siglo XXI de Mérida, Yucatán, los próximos 21 y 22 de septiembre.
Los asistentes podrán esperar durante la Cumbre:
- Paneles de discusión con expertos en temas relevantes, como resolución de conflictos, construcción de paz sostenible, justicia social y reconciliación.
- Talleres prácticos y sesiones de capacitación, que proporcionarán herramientas y estrategias para la implementación efectiva de proyectos de paz.
- Actividades culturales y artísticas que promuevan la diversidad y el diálogo intercultural como medios para la construcción de la paz.
En los últimos años, tanto México como varios países de América Latina, han tomado medidas significativas hacia la construcción de sociedades inclusivas y sostenibles. Programas dirigidos a la reducción de la pobreza, la promoción de la igualdad de género y la inversión en energías limpias han comenzado a marcar la diferencia. Asimismo, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado están desempeñando un papel crucial al presionar por políticas más inclusivas y sostenibles. Las protestas y movimientos sociales han impulsado reformas importantes en muchos países, demostrando el poder de la ciudadanía para generar cambios positivos.
La importancia de buscar sociedades inclusivas y sostenibles en México y América Latina radica en la necesidad de crear un futuro en el que todos los individuos tengan la oportunidad de prosperar y en el que las futuras generaciones puedan disfrutar de un entorno saludable y próspero. Esta misión requiere un esfuerzo conjunto de gobiernos, empresas y ciudadanos.